David Eire

A lo largo de la historia, el boxeo nos ha regalado un sinfín de peleas memorables, y muchas de ellas nos han demostrado la importancia de seguir una estrategia y de mostrar disciplina y perseverancia, como si quisiéramos jugar de forma responsable en un casino.

A la hora de definir los «mejores» combates, la subjetividad desempeña un papel muy importante. Sin embargo, lo bueno de este tipo de listas es que permiten abrir interesantes debates. A continuación, te presento los que, para mí, serían los 10 mejores combates de boxeo. ¿Estás de acuerdo o incluirías algún otro?

Muhammad Ali – Joe Frazier 3 (1975)
Aunque estos dos púgiles ya se habían enfrentado antes en un par de ocasiones, el combate de desempate fue el más legendario de todos. De hecho, el impacto de esta pelea icónica va mucho más allá del cuadrilátero.

En un combate épico y extenuante celebrado en la calurosa Ciudad Quezón (Filipinas), Ali y Frazier se llevaron ambos al límite, lanzando una cantidad récord de golpes duros. El «Thrilla in Manila» cayó del lado de Ali, ya que Eddie Futch, entrenador de Frazier, decidió arrojar la toalla antes de alcanzar el final de la pelea.

Sugar Ray Leonard – Thomas Hearns (1981)
Este combate, bautizado como «The Showdown» y celebrado el 16 de septiembre de 1981 entre dos de los mejores boxeadores del peso wélter de la época, superó todas las expectativas posibles.

Cada púgil hizo gala de su estilo único: Sugar Ray Leonard intentó imponer su velocidad y dominio del ring, mientras que Thomas «Hitman» Hearns aprovechaba cualquier oportunidad para sacar a pasear sus rapidísimos golpes y su poderosa mano derecha.

El combate se alargó hasta el 14º asalto, cuando el árbitro Davey Pearl lo paró para darle la victoria a Leonard, que se convirtió así en campeón mundial del peso wélter de la WBA.

Marvin Hagler – Thomas Hearns (1985)
Este legendario combate por el título mundial del peso medio, celebrado el 15 de abril de 1985 y conocido como «The Fight» o «The War», enfrentó a «Marvelous» Marvin Hagler y a Thomas «Hitman» Hearns y duró mucho menos de lo esperado.

Hagler, que se caracterizaba por ser un boxeador táctico, decidió acribillar a golpes a Hearns desde el inicio del combate, lo que desorientó a su adversario. En un momento del primer asalto, Hearns golpeó a Hagler tan fuerte que se rompió un hueso de la mano.

Aunque los tres asaltos que duró el combate se quedaron muy lejos de los quince a los que se había programado, el arreón de golpes fue tan intenso que esta pelea se considera una de las mejores de la historia por la determinación y el compromiso de ambos púgiles.

Arturo Gatti – Micky Ward 3 (2003)
Tras los dos combates épicos que enfrentaron a Gatti y Ward en 2002, se esperaba que los boxeadores nos regalaran una actuación memorable en la pelea de desempate que se celebró un año después y que fue bautizada como «The Fight of the Century».

Sin embargo, Gatti y Ward superaron todas las expectativas posibles. A pesar de que Gatti se rompió la mano al impactar con la cadera de Ward, acabó imponiéndose por decisión unánime de los jueces al final de los diez asaltos.

George Foreman – Muhammad Ali (1974)
El «Rumble in the Jungle» entra en esta lista por varios motivos, y es que no solo nos regaló la victoria del púgil que no partía como favorito, sino que sirvió para presentar ante el mundo la famosa técnica del rope-a-dope de Muhammad Ali.

El combate supuso un enfrentamiento entre la potencia de George Foreman, a la sazón campeón del mundo de los pesos pesados, contra la velocidad y agilidad de Ali. El aspirante acabó llevándose la victoria tras una serie de golpes a la cabeza en el octavo asalto que dieron con Foreman en la lona.

Joe Louis – Max Schmeling 2 (1938)
Dos años después de su primer encuentro, Joe Louis y Max Schmeling se dieron la revancha en el Yankee Stadium ante setenta mil personas. Tras ceder ante Schmeling en el primer combate, Louis decidió tomar la iniciativa en el reencuentro con un ataque intenso.

En apenas dos minutos, Louis lanzó a la lona a su adversario hasta en tres ocasiones, lo que obligó al entrenador de Schmeling a tirar la toalla. Aunque la pelea destacó por la dominancia física de Louis, también se recuerda por el fuerte impacto racial y cultural que nos dejó.

Diego Corrales – José Luis Castillo (2005)
El combate del peso ligero entre el campeón mundial del peso superpluma de la WBO, Diego Corrales, y el campeón mundial del peso ligero de la WBC, José Luis Castillo, fue una lucha de poder a poder desde el primer segundo.

La remontada de Corrales en el décimo asalto puso a todo el público en pie, cautivado con cada golpe y cada contra. A pesar de haber besado la lona en múltiples ocasiones, Corrales consiguió resarcirse y marcharse con los dos cinturones de campeón a casa.

Julio César Chávez – Meldrick Taylor (1990)
En 1990, se disputó un controvertido combate para unificar los títulos mundiales del peso superligero de la WBC y de la IBF entre Julio César Chávez y Meldrick Taylor. Calificado como el encuentro entre el trueno y el rayo en referencia a la potencia y velocidad de ambos boxeadores, el combate sería bautizado como «Fight of the Decade» por la revista The Ring.

Aunque Taylor aventajaba en puntos a Chávez gracias a un ataque temprano, el mexicano logró alcanzar el rostro de su adversario en los últimos asaltos y dejó tocado a Taylor, lo que obligó al árbitro a detener la pelea en el decimosegundo asalto por motivos de seguridad y a conceder la victoria a Chávez por KO técnico. Sin embargo, la decisión arbitral fue muy criticada por algunos expertos, que consideraron que Taylor podía haber continuado.

Roberto Durán – Sugar Ray Leonard (1980)
En este combate clásico por el título mundial del peso wélter de la WBC, el campeón Roberto Durán logró imponerse en quince asaltos al aspirante Sugar Ray Leonard en una pelea que enfrentó a dos estilos muy diferentes. Mientras que Durán empleó un ataque agresivo y potente, Leonard contraatacó con rapidez y precisión.

El «Brawl in Montreal» fue tan igualado que entre los tres jueces acumularon hasta 19 asaltos parejos. Esta pelea dio lugar a una revancha icónica cinco meses después, que acabaría con uno de los finales más controvertidos en la historia del boxeo.

Mike Tyson – Michael Spinks (1988)
La pelea por el campeonato mundial indiscutible de los pesos pesados entre Mike Tyson y Michael Spinks duró menos de lo que te ha llevado leer este artículo. En apenas 91 segundos, Tyson, que entonces tenía 20 años, se convirtió en el campeón mundial de los pesos pesados más joven de la historia del boxeo.

En esta esperada pelea entre el veterano campeón y el joven aspirante, Tyson impuso su velocidad y potencia y sorprendió a Spinks, al que noqueó en dos ocasiones en minuto y medio.