El esperado combate entre Tyson Fury y Oleksandr Usyk no tendrá lugar en 2023, y habrá que esperar hasta 2024 para que los dos mejores pesos pesados del planeta se enfrenten. A pesar de existir un acuerdo para que ambos boxeasen el 23 de diciembre, este se habría visto alterado por el estado físico de Fury.

En un combate que teóricamente no debía sufrir un excesivo castigo, Fury finalizó su pelea con Ngannou con diversas lesiones que le obligan a recuperarse durante unas semanas, lo cual hace imposible que se prepare en condiciones óptimas para el 23 de diciembre.

El ucraniano ha revelado a Reuters que espera que la pelea se celebre en febrero de 2024. Todavía no se ha producido ningún anuncio oficial, pero lo comentado por Usyk coincide con lo apuntado por los organizadores del combate que debe unificar las cuatro coronas del peso pesado.