Óscar Guzmán
@oscarguzmanbox
En la tarde del sábado pudimos disfrutar de una entretenida velada mixta de boxeo en el Gimnasio del Rayo Vallecano de Madrid organizada por la promotora MKLD. El recinto repleto, hasta el aforo que permite la sala, de cuatrocientos espectadores
La velada se inició con cinco combates amateur entre boxeadores de clubes de Madrid, combates bastante entretenidos. Los resultados fueron:
Carlos Vozzi (La Colonia) se impuso por puntos a Alberto Núñez (The Boxer Club) en 63 kg.
Stefi Beltran (Intacto) combate nulo con Federico Tekin (The Boxer Club) en 71 kg.
Pablo Sánchez (Ramos Savín) combate nulo con David Pérez (Miracles Figth Club) en 70 kg.
Rainel Alberto Ortega (House Boxing) se impuso por RSC 3º a Bruno Sinisi (The Boxer Club) en 80 kg.
Jaime Saralegui (La Colonia) combate nulo con Andy Cervera (The Boxer Club) en 60 kg.
Tras un breve descanso comenzaron los dos combates profesionales con protagonistas madrileños, José Ramos Savín (17-0-1, 6 KO) y Christian Ledesma (7-0, 2 KO).
Ramos Savín (peso ligero 6×3) controló con su clase y alcance a Joel Sánchez (Nicaragua, 5-38-1), frontal, con guardia alta y muy precavido. Ramos percutió con su directo de izquierda hasta avistar hueco para conectar un potente directo de derecha que acusó el nicaragüeño visiblemente. Tras este golpe, Sánchez buscó con boleas a Savín hasta que recibió otra derecha de engaño con preciso hook al hígado, por el que puso rodilla en tierra y fue contado. Joel Sánchez hizo algún gesto de dolor en su mano derecha tras golpear al colmenareño. Sonó la campana salvadora. Cuando parecía que el segundo asalto iba a seguir la tónica del primero y en el momento más inoportuno voló la toalla desde la esquina de Sánchez, para sorpresa del respetable y más cuando el nicaragüense, que se quejó de la mano derecha, estaba golpeando repetidamente con la izquierda. El joven entrenador asignado para atender a Joel Sánchez se precipitó con su mejor intención,
pero bien podía el arbitro-juez Sr. Barahona haber descartado la toalla, consultado al médico e incluso al mismo boxeador si podía continuar. Fin del combate.
En el segundo combate profesional, Cristian Ledesma (peso superligero 8×3) tuvo que echar mano de toda su casta y condición física para imponerse por puntos 77-74 (juez único) al venezolano Cristian Ávila (18-11-1, 14 KO). A pesar de ser un combate trabado en muchas fases (ambos boxeadores fueron amonestados en el sexto asalto) fue de alto ritmo y ambos púgiles se emplearon en profundidad. Cristian Ledesma fue imponiéndose paulatinamente a lo largo de los asaltos y hubo dos momentos muy diferentes en la contienda.
En el primer asalto el madrileño encajó un durísimo croché de derecha del venezolano que hizo presagiar el principio del fin del combate y que presumiblemente descentró a Ledesma durante los primeros cuatro asaltos. En estos, Cristian sobrevivió aunque se empeñaba una y otra vez en conectar con potente gancho de derecha a cada acometida de Ávila, que se empleaba en llegar con peligrosas manos en croché. Al final del cuarto asalto, Ledesma
fue apercibido por el árbitro de que de seguir así sería amonestado… y todo cambió, al inicio del quinto vimos a un mucho mejor Cristian Ledesma.
Empezó a no caer en la trampa del venezolano, comenzó a aprovechar su envergadura, a desplazarse con acierto, conectar, ahora si, nítidos ganchos de derecha y precisos directos, en definitiva, imponerse con autoridad.
Cabe destacar la oposición que presentó Cristian Ávila durante todo el combate. Como resumen, combate duro, de brega, de los que dicen que enseñan y que indudablemente refuerza a Cristian Ledesma, pupilo de Marcos Badal, como boxeador a tener muy en cuenta en su categoría.