El estadounidense Deontay Wilder no piensa en la retirada. A sus 38 años y recién firmado por el dinero fresco de Arabia Saudí, tiene su primera cita de esta nueva etapa el 23 de noviembre y quiere seguir dando guerra.

Joseph Parker será su rival en unos días, lo que podría conllevar, si ambos ganan, a una batalla entre Wilder y Anthony Joshua dentro de unos meses, también en tierras saudíes. El de Tuscaloosa, que considerase dejar el boxeo activo cuando fue derrotado duramente por Tyson Fury en su tercer combate, ahora no ve ese momento cercano.

Wilder cita su comienzo tardío en el boxeo como uno de los motivos para alargar su carrera: «Soy joven porque comencé a pelear con 21 años, no me he llevado muchos golpes y me siento lleno de energía y experiencia. Hay boxeadores que lo dejan pronto, a mi edad o antes, pero es porque empezaron muy jóvenes y están quemados. Yo simplemente he acumulado experiencia en el sentido positivo, algo que demostraré este próximo 23 de diciembre».