Parker-Wilder

Darío Pérez
@ringsider2020

El Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudí, se dirige hacia los dos últimos combates de la noche, con nombres de primer nivel del peso pesado ocupando el cuadrilátero del ostentoso recinto.

La pugna coestelar se decidiría entre los excampeones Deontay Wilder (43-3-1, 42 KO) y Joseph Parker (34-3, 23 KO), a las once de la noche española como preveíamos en nuestro artículo presentando la gala. Tras un vergonzoso primer asalto en el que Wilder no tiró ni un mísero jab y Parker hizo poquito más, la gente ya abucheaba al terminar el segundo, ligeramente menos tedioso. Más estudio hubo en el tercer parcial hasta que, por fin, en el cuarto vimos algún intercambio de cierto peligro, celebrado con algarabía por los presentes, con poca continuidad en el suguiente.

Llegábamos al ecuador de la pelea con Parker creciendo, golpeando a Wilder y, lo que era más peligroso, acercándose peligrosamente a su mandíbula con golpes potencialmente definitivos. El estadounidense fiaba todo su plan a conectar una mano que tampoco intentaba de modo continuo, algo difícil de asimilar para quienes asistían al evento. Así proseguía todo hasta que varias manos curvas de Parker, que parecían cuestión de tiempo, llegaron al rostro del estático Wilder al final del octavo episodio, que pudo haber sido el último de haber sido treinta segundos más extenso. Sin embargo, el discípulo de Andy Lee, bastante conformista, consumió los siguientes tres minutos sin desafiar el estado del excampeón WBC, claramente con las piernas temblorosas.

Los tres últimos asaltos venían inciertos; se desarrollaron, sin embargo, con pocos cambios sobre lo visto hasta entonces sobre el ensogado del Kingdom Arena. El habitualmente horrendo Mark Lyson permitía agarres y empujones ilegales con una sonrisa de persona poco inteligente mientras Wilder, acabado como boxeador tras lo visto hoy, trataba de cazar con una mano a un Parker que, como decíamos en la previa, impuso su mayor rodaje y juventud. Así lo testificaron los jueces, con cartulinas de 118-111, 118-110 y 120-108 para el neozelandés.