Rodríguez-Edwards

Darío Pérez
@ringsider2020

Como suele ser habitual, aunque normalmente no ahondamos en ellas para no aburrir a nuestros lectores, en los recintos estadounidenses (dependiendo del territorio y sus leyes) donde se celebran galas de boxeo salen los datos oficiales de asistencia varias semanas después.

Hoy nos ha llamado la atención la pobreza de lo difundido por la comisión deportiva del estado de Arizona (Estados Unidos) referido a la velada del pasado 16 de diciembre. Fue en el Desert Diamond Arena de Glendale donde Matchroom Boxing realizaba un evento unificador de dos invictos, jóvenes y virtuosos peleadores que poseían títulos mundiales del peso mosca: Jesse «Bam» Rodríguez, campeón WBO, y Sunny Edwards, titular IBF.

La cartelera, más allá del combate principal, tenía una eliminatoria mundial muy decantada hacia Murodjon Akhmadaliev y buenas promesas, especialmente británicas, en liza. La mayoría, pese a la sorpresa enorme de la derrota de Peter McGrail (que se descuidó, pues llevaba la contienda más que encauzada), combates cuyo ganador se sabe de antemano.

Ya nos temíamos que el público no iba a responder en este extraño emplazamiento. La lógica dictaba, siempre con el respeto a la promotora que intenta buscar lo mejor para su producto, que el estado de Texas, origen de Rodríguez, habría sido mejor elección de cara a la afluencia de parroquianos. Y ocurrió: solo 4.250 espectadores, ante un aforo de 20.000, acudían al estadio de Glendale. Ello se tradujo en que únicamente se recaudaron 200.000 dólares (poco más de 180.000 euros en taquilla).

Es más que razonable pensar que a este duelo lo salva un gran contrato televisivo de la promotora (y los patrocinadores que atrae), que gracias a eso puedes hacer veladas a pérdidas y que esto en España sería un drama, sin plataforma audiovisual que lo sustente, para echar el cierre a la empresa organizadora. Sin embargo, a veces damos por hecho que este tipo de grandes contiendas tienen garantizado el lleno absoluto y no es así. Que cada uno de los lectores de ESPABOX saque sus propias conclusiones al respecto.