A sus 35 años, todavía podemos ver casos en el boxeo actual donde un boxeador rechace una gran oportunidad a nivel deportivo y económico.

Es lo que ha ocurrido estos días con James Metcalf. El boxeador británico ha recibido el ofrecimiento de poder pelear contra Israil Madrimov, un duelo relativamente fácil de cerrar al trabajar ambos con Matchroom Boxing. Para asombro de casi todos los que tienen conocimiento cercano al asunto, Metcalf ha declinado la pelea.

Todo estaba previsto hace unos días para el anuncio oficial del Metcalf-Madrimov de cara al 27 de enero, pero fue una sorpresa para Eddie Hearn que el de Liverpool no aceptase el acuerdo. Estaba previsto que llevase como premio el título mundial WBA del peso superwélter, del que sería desposeído Jermell Charlo por no haberlo defendido en un tiempo razonable (excesivo, añadiríamos nosotros).

Según se especula, Metcalf estaría esperando una gran pelea de más dinero y por eso ha declinado el ofrecimiento. Su equipo piensa que Vergil Ortiz Jr. le buscaría como próximo paso, en caso de imponerse este sábado en su compromiso con Fredrick Lawson, o incluso veteranos ilustres que pudieran subir desde el wélter como Errol Spence Jr. o Keith Thurman barajarían al británico para volver de su inactividad. Un riesgo del que sabremos si salen bien o malparados en unos meses, siendo un púgil de avanzada edad que ya, teóricamente, ha tocado techo en rendimiento y popularidad.