Darío Pérez
@ringsider2020
El norteamericano Jaron Ennis es uno de tantos boxeadores actualmente que, por desgracia, se convierten en campeones del mundo por arte de magia, de la noche a la mañana sin pisar el ring. Es el nuevo poseedor del mundial IBF del peso wélter tras haber sido campeón interino, pero sin haber disputado el mundial contra otro contendiente.
Ennis ha sido una de las víctimas del contrato de Showtime con PBC a nivel de tener demasiados boxeadores bien pagados a la par que inactivos. Un púgil joven como él, en ascenso, vistoso y carismático, apenas ha subido al cuadrilátero cinco veces en los últimos tres años.
De cara a su primera defensa mundial, están perfilando rival, pues la IBF no ha designado aspirante obligatorio en una clara dejación de funciones. Cuán rápidos estuvieron para despojar a Terence Crawford a las pocas semanas de alzarse campeón «por no defender el cinturón activamente» como lentos en casos como el de un Bakhram Murtazaliev que, aspirando al título superwélter de modo oficial, lleva más de cuatro años a la espera de Jermell Charlo y sus cuitas.
Así las cosas, el mejor posicionado para medirse a Boots, según ha reconocido su padre y entrenador, en esa primera defensa parece su compatriota Mario Barrios. Este dio un paso adelante este año con una buena victoria ante Yordenis Ugás, y se ha postulado para optar a títulos importantes como este. Según se rumorea, incluso podría ser unificación de coronas si Crawford sube al peso superwélter y abandona la del WBC, con lo que otro campeón interino como Barrios sería ascendido, estando en juego contra Boots dos cinturones de campeón del mundo que ninguno habría obtenido donde se debe, entre dieciséis cuerdas. Los menos culpables, desde luego, los boxeadores…
