Redacción Espabox

El mercado de fichajes futbolístico sigue encabezando la información deportiva en España, pero a siete meses de los Juegos Olímpicos, la Navidad dejó carbón a los dirigentes de la política antidopaje español. Una crisis de máxima magnitud ha estallado en la Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte (CELAD), y ya ha alcanzado el ámbito internacional. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha anunciado que podría sancionar a España si no se resuelven de forma inmediata los problemas conocidos.

El antidopaje ha entrado en el escenario político, pues la CELAD opera bajo el paraguas del Consejo Superior de Deportes (CSD), con un presupuesto de nueve millones de euros anuales. El Doctor José Luis Terreros inició su presidencia en 2017 en la entonces Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD), y ha pospuesto su dimisión a pesar de las presiones del Gobierno.

Recién estrenada la actual legislatura, Víctor Francos fue sustituido por José Manuel Rodríguez Uribes al frente del CSD, pero ya con el nuevo Real Decreto Antidopaje aprobado por el Consejo de Ministros en octubre. De esta forma se redujo de dos a uno el número de agentes antidopaje necesarios para que un control sea válido.

Muestras A y B de un control de Naoya Inoue antes de su combate con Marlon Tapales.

Este es uno de los motivos por los que se ha puesto en duda que los controles realizados sean correctos, y hay varios deportistas que han dado positivo y siguen compitiendo. La CELAD ha negado que las pruebas pagadas con dinero público no fuesen válidas. El organismo que preside Terreros adjudicó un contrato para que la empresa alemana Profesional Worldwide Controls (PWC) sea la encargada de llevar a cabo los controles.

¿Dopaje en el boxeo español?
Según el anuario de 2022 publicado por la CELAD, en dicho año se realizaron 24 controles a boxeadores en competición y solo 9 fuera de competición. En términos porcentuales, menos de un 1%, solo un 0,41% de los boxeadores federados en España fue sometido a un control antidopaje en 2022. En la actualidad, nada más hay un boxeador suspendido por infracciones en materia de dopaje en España, y no podrá boxear hasta junio de 2025. Se trata de un madrileño exaspirante al título nacional superligero.

Los cuadriláteros españoles fueron escenario en 2022 de la disputa de 8 títulos de España, 1 de Europa y 2 de la Unión Europea, por lo que fuera de estas peleas y los Campeonatos de España de Boxeo Amateur, los controles (al azar u obligatorios) presumiblemente fueron casi nulos. Fuera de competición hubo aún menos controles, lo cual juega a favor de aquellos que busquen cambiar su físico sin un combate agendado en un deporte carente de calendario, o aumentar su rendimiento y bajar de peso en las semanas previas a subir al ring.

Los boxeadores no forman parte del grupo de control, que están obligados a facilitar su localización, y de los cuales hay precedentes por los que no pueden sancionados hasta que no suman tres controles sin poder realizarse. El respeto del descanso nocturno de los deportistas prohíbe los tests entre las 23:00 y 6:00, franja que ha sido utilizada para el uso de microdosis que son indetectables en apenas unas horas.

El dopaje en el boxeo tuvo cierta repercusión en 2023 a raíz de lo ocurrido con el influencer conocido como ViruZz en redes sociales. Venció en una pelea profesional retransmitida por DAZN ante otro «youtuber», el californiano «DK Money», pero al dar positivo, su victoria por nocaut pasó a un No Contest.

Antecedentes
El dopaje no es un elemento nuevo para el boxeo español, ya que uno de los primeros positivos tras un combate por un título mundial se produjo en Madrid en 1972. Tras su tercera pelea con Pedro Carrasco, el control de Mando Ramos arrojó el uso de anfetaminas, pero el WBC no le retiró el cetro mundial del peso ligero. Pocos años después, el Doctor Francisco Massa fue uno de los precursores de la lucha contra el dopaje en el boxeo.

España sigue señalada a nivel internacional por no haber publicado los centenares de clientes que trabajaron con Eufemiano Fuentes, entre los que se encuentran futbolistas y tenistas. El ginecólogo canario alardeó de haber rechazado una oferta de Don King en los noventa, mientras que estrellas de otras disciplinas quedaron ocultas bajo siglas como RSOC o Urko.

Devin Haney publicita los productos de SNAC, la marca de Víctor Conte

El dopaje en el boxeo internacional
A nivel internacional, se cuentan por decenas los boxeadores que han dado positivo, desde Vitali Klitschko, pasando por Shane Mosley y su implicación en la red BALCO, hasta Tyson Fury o Saúl “Canelo” Álvarez. La falta de unión entre los organismos permite a los boxeadores evadir con facilidad las sanciones al recibir licencias para competir en otros territorios, como ocurrió recientemente con Conor Benn.

El WBC decidió exculparlo al dar por válido que el inglés había consumido un número elevado de huevos. Víctor Conte, fundador de BALCO, explicó que tras el escándalo de su laboratorio solo encontró acomodo en el boxeo, al que calificó como «el barrio chino del deporte». A través de la marca SNAC, Conte trabaja con Terence Crawford o Devin Haney. El más perjudicado por el uso de sustancias es un viejo conocido del boxeo español, el germano-bosnio Felix Sturm, quien fue condenado en el pasado a prisión en régimen abierto por dopaje y evasión fiscal.

En los últimos años, Alemania ha combatido con mayor dureza las sustancias prohibidas. A sus 44 años, el excampeón al que derrotó Javier Castillejo en 2006 sigue su carrera y ganó dos combates profesionales en 2023. Estos resultados están siendo investigados por la Agencia National Antidopaje de Alemania (NADA) por la publicación en Instagram de una imagen suya recibiendo una inyección. «El Lince de Parla» perdió la corona mundial WBA del peso medio que arrebató al propio Sturm ante Mariano Natalio Carrera por nocaut técnico en Berlín. La WBA anuló el resultado y devolvió el título a Castillejo al dar positivo por clembuterol el argentino. Castillejo y Carrera volvieron a verse las caras menos de un año después, y el español se impuso por nocaut en el sexto asalto.

El dopaje y la UFC
La UFC ha hecho que las Artes Marciales Mixtas rivalicen en popularidad con el boxeo. Como entidad privada, la UFC se encarga de dictar sus propias políticas antidopaje, para lo cual cuenta con Jeff Novitzky, antiguo agente de la FDA estadounidense. Este 2024 es el año del cambio en cuanto a los controles se refiere en la UFC, con la sustitución de USADA por Drug Free Sport International como encargada de los controles. La reticencia de Conor McGregor a someterse a los controles de USADA, entre otros motivos, ha llevado a la compañía de Dana White a elegir a la misma organización que realiza las pruebas en la NFL o la NHL.

Los luchadores de la UFC ya pueden consumir cannabis sin miedo a ser sancionados por George Piro, que ha fichado por la compañía para coordinar este apartado tras interrogar a Saddam Hussein en su etapa en el FBI. Estos cambios han sido acogidos con escepticismo, ya que se espera una política más flexible que podría traer de vuelta a los imponentes físicos que pisaron los octógonos en épocas pasadas.

Autorizaciones de Uso Terapéutico
Las Autorizaciones de Uso Terapéutico, los famosos TUE, siguen siendo motivo de debate entre especialistas, los cuales son utilizados por deportistas como Simon Biles. En 2021, Samuel Molina sufrió una suspensión de tres meses, y se modificó a No Contest su victoria en el sexto ante Iván Tomás en una defensa del título de España del peso ligero. El malagueño usó un producto recetado por un médico para rebajar un edema, sin ser consciente de que la sustancia estaba prohibida. De haber solicitado un TUE, Molina no habría perdido el cinturón, una lástima.

Un caso paralelo en el tiempo que acabó con diferente resultado es el de una de las bazas del atletismo español para París 2024, la maratoniana Majida Maayouf. En 2020, Maayouf compitió en Alemania sin poseer la nacionalidad española pero sí la licencia, y dio positivo por terbutalina. La CELAD decidió no sancionarla, y Maayouf solicitó un TUE con carácter retroactivo, según Relevo.

Los controles antidopaje son obligatorios en España para combates en los que haya un título de nacional en juego, y queda a discreción de cada organismo si son necesarios para la disputa de cinturones internacionales, que suelen cumplir con las directrices, con excepciones como el reciente europeo de Jon Míguez en Francia. Las federaciones pueden establecer sus propios protocolos. El WBC, al igual que la WBA, delegó en la Agencia Mundial Antidopaje los controles a los primeros clasificados con el programa “Por un boxeo limpio”, como al que fue sometido el aspirante oficial a la corona del peso superligero Sandor Martín el pasado 1 de enero.


Los promotores pueden contratar los servicios de la CELAD para controlar a los boxeadores, sin necesidad de esperar a exámenes sorpresa. Los precios, publicados en el BOE, varían según si son controles de sangre u orina dentro o fuera de competición, los cuales son analizados por el laboratorio del Instituto Carlos III de Madrid. Con la aprobación del nuevo Real Decreto también se ha incorporado el método de la gota de sangre seca, que es más económico, pero los costes para controlar a dos boxeadores en competición no bajan de los 800 €, y son asumidos por los promotores.

Otro de los grandes asuntos de controversia en torno al sistema antidopaje español es el pasaporte biológico. Este registro contiene los datos de un deportista a lo largo del tiempo, y las cifras anómalas son vinculadas a una alteración exógena del organismo. El boxeo no se ve involucrado en este asunto, no por virtud propia sino porque el pasaporte biológico no se utiliza en el boxeo internacional a diferencia de otros deportes. El WBC destina alrededor de 200.000 € al año para costear los controles de la VADA, cifra insuficiente para dar un paso más en esta materia. Los organismos mundiales perciben un 3% de las bolsas de los boxeadores que disputan un campeonato del mundo, un porcentaje que puede alcanzar las siete cifras en los combates más importantes.

En lo referente al boxeo olímpico, el informe McLaren sobre la AIBA calificó como pobres los controles llevados a cabo en los Juegos Olímpicos de 2016. A diferencia de otros deportes donde un mejor rendimiento supone sumar más puntos o llegar antes a meta, el dopaje puede llegar a agravar lesiones en el boxeo. El dopaje está más presente que nunca cuando la campana está cerca de marcar el inicio de un asalto aún más duro: el del dopaje genético.