Debido, sobre todo, a la incertidumbre respecto a la situación de Premier Boxing Champions, que sigue sin darnos noticias de su acuerdo con Amazon ni de evento alguno, muchos grandes boxeadores norteamericanos se hallan en una especie de limbo boxístico.
Entre ellos, uno de los mejores de todos los pesos, aunque su carrera no lo atestigüe como tal, Gervonta Davis. El de Baltimore sigue enmarcado en la inactividad (seis apariciones en cuatro años), combates impuestos por Leonard Ellerbe y Mayweather Promotions e intentos de ser libre, como cuando impuso a su promotora pelear contra Ryan García a toda costa.
Se habló en meses pasados de que el ahora llamado Abdul Wahid tras su conversión al Islam y nuevo campeón mundial ligero WBA sin subir al ring haría combate de revancha contra el mexicano Isaac Cruz, una propuesta bastante criticada por los aficionados de todo el mundo en redes sociales. Los últimos días, sin embargo, apuntan a otras tierras lejanas como posible destino de Davis, aunque sus problemas con la justicia podrían impedir que salga de Estados Unidos por hallarse en libertad condicional.
Por ello, la opción de pelear contra su viejo enemigo se aleja, porque Cruz ha declarado que lleva muchos meses (un único pleito en 2023, con imagen mejorable ante Giovani Cabrera) esperando la respuesta del equipo del estadounidense y siente que es hora de tomar una decisión.
Por la situación del peso ligero, con Devin Haney habiendo subido de categoría, y su privilegiado puesto en varias listas mundiales, el Pitbull seguramente tenga la oportunidad de disputar, al menos, un duelo final previo al gran título. Su vía podría ser la WBO y su rival Denys Berinchyk, ya que ha rechazado una eliminatoria mundial directa a propuesta de la IBF.