Darío Pérez
@ringsider2020
Como suele ser habitual en las buenas carteleras de Japón, este martes nos llega un día de diario y al mediodía español sin televisión, la gala que aquí analizamos, por lo que vaya por delante el lamento al tener que renunciar muchos de nosotros a poder ver estos notables eventos.
Reflexiones aparte, mañana 23 de enero veremos dos títulos del mundo en el EDION Arena de Osaka. Será a cargo de la empresa Teiken, una de las promotoras niponas que mejores propuestas realiza al público.
En primer lugar, el campeón mundial WBA-WBC minimosca Kenshijo Teraji (22-1, 14 KO) arriesgará sus cinturones frente al Carlos Cañizales (26-1-1, 19 KO). Tras no poder cerrar la pelea unificadora con el campeón WBO Jonathan González, Kenshiro afrontará una exigente prueba ante el potente venezolano. Es un buen reto para ver si el oriental sigue en su mejor momento y la capacidad del hispano, una vez olvidados sus prolongados periodos de inactividad.
Como semifondo, Artem Dalakian (22-0, 15 KO), otro púgil con grandes franjas de parón en su carrera, realizará la séptima defensa de su mundial WBA mosca frente al local Seigo Yuri Akui (18-2-1, 11 KO). Este pasó a profesionales como una buena promesa de su país, pero le ha costado afianzarse en unas categorías muy complicadas en Japón, donde por fin fue campeón nacional en 2019 y, también con un ritmo de una pelea al año, ha podido plantarse ante su gran oportunidad. Lo tendrá, sin embargo, muy complicado ante un deportista tan sólido como Dalakian, con pocas fisuras y tan conocedor de sus habilidades para explotarlas al máximo.
El tercer aliciente para el evento es ver de nuevo a Tenshin Nasukawa (2-0, 0 KO), reconocida figura de otras disciplinas de puño-pierna recientemente iniciado como púgil profesional. Su tercer envite ya es un test exigente frente al mexicano Luis Robles (15-2-1, 5 KO) a ocho rounds.
Como ya hemos señalado, la velada no podrá seguirse por televisión ni plataforma alguna en España.
