Emilio Marquiegui
@EmilMarquiegui

Este sábado, madrugada del domingo en España, en el Barclays Center del neoyorquino distrito de Brooklyn, Golden Boy Promotions ha organizado una gala con varios combates de interés.

En la pelea estelar se ha disputado el campeonato mundial superligero WBC en el que el aspirante Ryan García (25-1, 20 KO) no tenía opciones de ser campeón al haber pesado 1,450 kg por encima del límite de la categoría, y además hubo de pagar de sanción a Haney 1.600.000 dólares (un millón y medio de euros). Pero a pesar de sus actuaciones extravagantes en todos los aspectos de las semanas anteriores, se ha impuesto justamente por puntos al campeón Devin Haney (31-1, 15 KO) al que derribó hasta en tres ocasiones a lo largo de los doce asaltos.

Ryan García empezó avisando de que venía a por todas en el primer asalto con una potente izquierda que hizo tambalearse al campeón. Haney no perdió la compostura y plantó cara a García y le puso en algún aprieto con sus rectos de derecha, pero King Ryan, muy inteligente, escogía sus ataques y todos llevaban mucho peligro. La pelea iba nivelada con el desempeño de ambos, pero en el séptimo asalto García derribó por primera vez a Haney, que estuvo a punto de perder por KO, aunque el árbitro permitió sus agarres e incluso quitó un punto a García por pegar después del stop. A partir de ahí, Haney ya no fue el mismo.

Los golpes de García le hacían daño y el campeón había perdido velocidad y potencia, para en el décimo volver a caer y después en el undécimo otra vez. Bastante hizo con sobrevivir ante los escogidos y certeros golpes de Ryan García, que mereció la victoria. Uno de los jueces vio un increíble empate, 112-112, mientras que los otros dos jueces le dieron el triunfo a García por 115-109 y 114-110.  García asombró a los aficionados con su pelea seria e inteligente, lo contrario de su actitud fuera del cuadrilátero.

Sandor Martín espera ahora a ver si el campeón es mantenido por el Consejo Mundial de Boxeo o el barcelonés se convierte en coaspirante al título vacante, o en caso contrario, si incluso Haney sube al peso wélter tras la derrota de hoy y abandona la corona.

La pelea de semifondo ha enfrentado en el peso superligero a diez asaltos al número 1 WBO Arnold Barboza Jr. (29-0, 11 KO) ante el irlandés Sean McComb (18-1, 5 KO), número 8 WBO, por un título intermedio de la organización, propiedad de Barboza. Floja pelea de Barboza, con falta de agresividad, y McComb dominando un mayor número de asaltos con su boxeo en línea y su buen jab. Mereció el triunfo el irlandés, pero dos de los jueces dieron un injusto triunfo al estadounidense con 97-93 y 96-94, mientras un juez vio justamente lo contrario, 98-92 para el irlandés. El público abucheó la decisión y Barboza demostró no estar en la élite de la división.

También a diez asaltos, en el peso supermedio, el uzbeko subcampeón olímpico en Río de Janeiro Bektemir Melikuziev (14-1, 10 KO) se enfrentaba con su cinturón menor WBA en juego al francés de origen camerunés Pierre Dibombe (22-1-1, 12 KO), excampeón de la Unión Europea del peso semipesado. Melikuziev fue superior a lo largo de los ocho asaltos que duró la pelea, que concluyó por decisión técnica a su favor tras parar el médico por un cabezazo involuntario que abrió una peligrosa brecha en el párpado izquierdo del uzbeko.
El francés demostró su dureza y aguantó la contundente pegada de su rival, aun cayendo en el quinto. Dibombe también quedó cortado por otro cabezazo involuntario al inicio de la pelea. Las puntuaciones unánimes fueron de 79-73, 79-73 y 78-74.

Otro título de la WBA a doce asaltos, en este caso el interino supermosca, cruzó al número 1 WBA John “Scrappy” Ramírez (13-1, 9 KO) ante el costarricense, número 5, David “Medallita” Jiménez (16-1, 11 KO). Fue un combate duro, en la corta distancia que aceptó el estadounidense y en la que no rindió tan bien como Jiménez, que mereció la victoria clara. Los tres jueces dieron el triunfo al próximo aspirante al título mundial del japonés Kazuto Ioka, con puntuaciones de 117-111, 117-111 y 116-112. Jiménez demostró ser mejor esta noche en las tres distancias, principalmente en la corta, y Ramírez dejó claro que sabe sufrir, pero eso no le sirvió para ganar.

Y en el límite superwélter a diez asaltos, el número 3 WBC, el estadounidense Charles Conwell (19-0, 14 KO), inactivo desde noviembre de 2022 pero con ánimo tras haber firmado con Golden Boy, derrotó con claridad a su compatriota Nathaniel Gallimore (22-8-1, 17 KO), que traía una mala racha de derrotas pero ante púgiles de máximo nivel mundial. Gallimore demostró su gran resistencia, pero tras perder los primeros asaltos con claridad, el árbitro decretó en el sexto su inferioridad después de recibir duros golpes. Buena imagen de Conwell.