Los saudíes siguen empeñados en que el aficionado se pueda reencontrar con el boxeo, más allá de líos de siglas, desmadres organizativos y otras tribulaciones para el sufrido seguidor.
El empeño de Turki Alalshikh como avanzadilla de la realeza saudí, seguido por los principales promotores del mundo, nos ofrecerá en los próximos meses veladas tan importantes como la del primer fin de semana de agosto, pionera de la Riyadh Season fuera del suelo de su propio territorio; será su desembarco en Los Ángeles para lo que parecía un imposible: en la misma velada, veremos a boxeadores de Top Rank, Premier Boxing Champions, Golden Boy Promotions o Matchroom Boxing, por citar solo algunos.
Hay una última adición a esta ya de por sí espectacular gran cartelera, un duelo entre dos generaciones del peso pesado con gran riesgo para ambos participantes. Sería el enfrentamiento entre el veteranísimo Deontay Wilder (43-3, 42 KO) y su compatriota Jared Anderson (17-0, 15 KO), gran esperanza estadounidense para ser la próxima figura de los pesados. Sin embargo, hay un obstáculo para la pelea, ya que Wilder pelea en Riad el 1 de junio contra el chino Zhilei Zhang; si Wilder sale indemne de ese combate, habrá otro esperándole tan solo dos meses después…