José Manuel Moreno
@josemorenoco
2 de junio de 2007. Desde esa fecha, y casi siete años después, con la derrota de Shannon Briggs ante Sultan Ibragimov, no cuenta Estados Unidos con un campeón del mundo del peso pesado. Increíble pero cierto. El país de Jack Johnson, Jack Dempsey, Joe Louis, Rocky Marciano, Muhammad Ali y Mike Tyson contemplando impávido y asombrado cómo dos hermanos ucranianos han despachado a todos los mediocres aspirantes americanos de estos últimos años. Pero la retirada de Vitali Klitschko, con su prestigioso cinturón del WBC vacante, Y ahora dedicado a tareas más importantes en la crispada política de su país, abre una nueva época en el peso completo, no sabemos si de más calidad, pero casi seguro que al menos de mayor igualdad. Bermane Stiverne es un estimable peso pesado canadiense de origen haitiano nacido hace 35 años, que cuenta con 23 victorias en su palmarés, 20 de ellas antes del límite, una derrota ante Demetrice King en 2007 y un combate nulo ante Charles Davis en 2009.
Su principal victoria, y última pelea hasta la fecha fue justamente ante su rival de este sábado en el Galen Center de Los Ángeles, California, Cristóbal «Chris»Arreola (36-3, 31 KO), un mexicano-americano al que aplastó el 27 de abril del pasado año, con victoria inapelable a los puntos y anotándose una caída del californiano en el tercer asalto. ¿Se repetirá la historia? Stiverne lo tiene claro, no quiere distracciones «solo estoy pendiente de volver a ganar a Arreola». Este, por su parte, quien siempre tuvo exceso de peso, pesaba hace 48 horas nada menos que 110 kilos, pero asegura que «no me preparo para perder peso, sino para ganar la pelea». Quiere ser el primer campeón latino del peso pesado. Las apuestas favorecen al canadiense. Su victoria se paga 1,66 euros el euro apostado mientras que la de Arreola se paga a 2,25 el euro jugado. Hagan juego, que tendremos nuevo campeón del mundo este sábado. Lo único seguro, que será norteamericano.