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“Tras la pelea solo estuve quince días de descanso, después empecé a entrenar fondo, nadar, pesas, todo lo que se puede hacer sin golpear”. Kerman Lejarraga (5-0-0, con 3 KO) se refiere al combate de febrero pasado en Getxo (Bizkaia) frente al bravo nicaragüense Santos Medrano. Un recto de derecha de Lejarraga en el primer asalto tuvo dos consecuencias: Medrano tocó la lona y el prospecto vizcaíno se rompió la mano diestra. El nicaragüense se recuperó con la cuenta y ofreció batalla hasta el final de los seis asaltos, pero la muñeca del boxeador local no ha vuelto a ser la misma hasta hace unas semanas.
Una primera prospección médica diagnosticó un derrame de líquido sinovial junto al quinto metacarpiano, ligeramente desplazado. A pesar de que las revisiones indicaban que esta lesión había desaparecido, las molestias permanecían. Nuevos análisis detectaron fisuras en los huesos carpianos de la misma mano. Este proceso ha ralentizado la reaparición de quien está considerado como una de las sensaciones del pugilismo vasco y estatal.
DEBUTANTE DEL AÑO
“Pero llevo unas semanas trabajando a tope, en sesiones de mañana y tarde. Carrera, físico, fondo, técnica, desplazamientos en el ring, golpeo… Trabajo con sparrings que rotan cada minuto hasta completar seis asaltos sin problema. Y ahora iremos subiendo asaltos”, explica Lejarraga. “La lesión no me ha parado. Como tampoco me paró la fractura del quinto metacarpiano de la mano izquierda en mi debut. Dos semanas de descanso completo y desconexión y luego regreso al entrenamiento. Hay muchas cosas que se pueden trabajar o mejorar con una mano inmovilizada” detalla el de Morga, que fue elegido como “debutante del año” por la publicación especializada Espabox.
Tras una buena carrera amateur, Kerman no conoce la derrota en los 5 combates que ha disputado desde su debut profesional hace un año en el Pabellón de La Casilla de Bilbao. Tres de esos cinco pleitos los ha resuelto por la vía rápida acreditando una condición que se le adivinaba desde aficionado: la de pegador.
Lejarraga regresará a La Casilla (Bilbao) a finales de junio ante un rival por confirmar en un combate que será a seis asaltos y que ya está despertando el interés de los aficionados. “Por lo que se, será el semifondo de una velada importante, como hace muchos años que no se ve en Bilbao. Así que mi rival será un boxeador difícil y duro. No me asusta, pero los respeto mucho a todos”, expone el pupilo de Txutxi del Valle.
Combate a combate, Kerman Lejarraga gana incondicionales por su boxeo no solo en Euskadi, también en Navarra, La Rioja, Cantabria, Asturias, etc. Y sube en el escalafón nacional. A finales de junio, en el Pabellón de La Casilla de Bilbao, se encontrará ante otro desafío y una nueva oportunidad.