Esta madrugada se ha disputado, en Ciudad de México, la pelea por el título mundial mosca IBF que dejó vacante Jesse «Bam» Rodríguez hace unos meses al subir de peso.

Se medían los invictos Ángel Ayala (18-0, 8 KO) y Dave Apolinario (20-1, 14 KO), mexicano y filipino respectivamente. El pleito empezó entretenido, predominando la corta distancia que ambos aceptaban sin problemas y cruzando cuero con cierto peligro.

Poco a poco, las acciones se fueron separando a la media distancia, con la igualdad como tónica general y sin excesiva amenaza de que la pelea terminase antes del límite. Sin embargo, un intercambio que no parecía llevar peligro en el sexto parcial acabó con un derribo, fruto de una izquierda del local al hígado; el tagalo pudo levantarse, mas no reponerse completamente. Ayala aceleró las acciones y siguió impactando con violencia al cuerpo (incluyendo cadera y riñones), alternando golpes al rostro sin respuesta alguna del otro coaspirante. La segunda caída implicó el final del envite, tras llegar el final de la cuenta mientras ya entraba el equipo de Apolinario al cuadrilátero.

Buen triunfo de Ángel Ayala, que ahora se convierte en campeón mundial con solo 24 años y mantiene, con la inyección de moral que eso supone, su condición de invicto en casi ya veinte contiendas profesionales.