Hace unos días, el representante de Arabia Saudí a la hora de financiar las grandes veladas de la Riyadh Season, Turki Alalshikh, realizaba un repaso de sus planes futuros.

Turki hablaba del australiano Tim Tszyu en términos extraños, señalando que quería trabajar con él, pero que había un problema de comunicación y debían resolverlo. Ahora, días después, sabemos lo ocurrido por medio de la versión del boxeador.

Tszyu, tras haber perdido el mundial WBO superwélter en el sangriento combate que disputó con Sebastián Fundora, ha sido nombrado aspirante al título IBF, que posee Bakhram Murtazaliev. Pese a que el oceánico iba a pelear contra Vergil Ortiz Jr. en una velada de capital saudita (no lo hizo por culpa de un corte), ahora se ha distanciado de los planes de Turki, ya que su equipo considera que la figura que quiere apadrinar el asiático es la de Terence Crawford y él era un factor secundario.

Los planes de Alalshikh para Tszyu no pasaban por conseguir el mundial, ya que eso podría alejar a Crawford de unificar lo antes posible en el superwélter, el verdadero objetivo de los árabes. Por todo ello, Tszyu antepone la gloria deportiva a los petrodólares: buscará el cinto IBF y ya se dice que el 19 de octubre en Estados Unidos podría ser la fecha de su duelo contra Murtazaliev.