Harper-Dixon

Ayer sábado en Sheffield (Reino Unido), el título mundial WBO del peso ligero en categoría femenina cambiaba de manos en una gala muy venida a menos de Matchroom Boxing, tras cancelarse varios combates por lesión en previas semanas.

Rhiannon Dixon (10-1, 1 KO) perdía el título mundial, que defendía por primera vez, y su condición de invicta ante Terri Harper (14-3-2, 6 KO). Dixon empezó con la clara idea de controlar el centro de la tarima y dominar las acciones para irse anotando asaltos en las cartulinas, pero no era capaz de conectar golpes claros sobre la aspirante, más selectiva y precisa. Harper se fue quitando además poco a poco esa presencia en las cuerdas y afianzando en el duelo, pasando únicamente apuros en el sexto round, tras una buena mano conectada por Dixon. Sin embargo, se recuperó y cerró la pelea mejor, con momentos puntuales de impactos nítidos y clara iniciativa en los tres últimos parciales ante su compatriota.

Todo ello llevó a que la retadora se anotase el triunfo por doble 97-93 y 96-94 en un combate que no fue excesivamente brillante, pero lleva a Harper a convertirse en campeona mundial de tres categorías distintas, superpluma, ahora ligero, y superwélter.

Del resto de la gala, hay que destacar el gran triunfo en el segundo round del supergallo Peter McGrail (10-1, 6 KO) sobre Brad Foster (15-4-2, 5 KO), con una puñalada al hígado de la que el británico no pudo levantarse. Gran actuación de McGrail, que aspira a pelear con Denis McCann por el título europeo supergallo.