Este domingo en el Ariake Arena de Tokio, el boxeo español ha vivido una mañana de esperanza tornada en decepción, en una gran velada organizada por la promotora Teiken.
Jairo Noriega (14-1, 3 KO) buscaba el título mundial WBO minimosca ante el local Shokichi Iwata (14-1, 11 KO) y lo demostró desde el inicio, con un gran primer asalto en el que supo marcar el ritmo y conectar las mejores manos. El nipón, con un tamaño mayor por la rehidratación, igualó la contienda en un segundo round donde se entonó. Llegábamos al tercero donde el bravo español quiso volver a mandar. Y lo estaba haciendo hasta que le entró una mano de Iwata que desarboló al guerrero que se tuvo que ir al otro lado del mundo a buscar la gloria. Jairo demostró coraje y se levantó ya lejos del cien por cien, por lo que el local remató la faena justo cuando el asalto ya ofrecía la campana final, con la parada arbitral correspondiente.
Lástima del desenlace para el valiente Noriega, al que deseamos que esté bien y sin secuelas por el duro KO. Puede volver a España con la cabeza bien alta, ojalá vuelva a tener otra oportunidad similar en el futuro.