Este domingo a mediodía en el Ariake Arena de Tokio, la gran promotora Teiken ofrecía la primera parte de una doble gala con varios campeonatos mundiales por día.

En uno de los duelos más intensos del día, Kenshiro Teraji (24-1, 15 KO) subía del peso minimosca para buscar el mundial WBC del peso mosca, vacante hasta esta mañana. Su rival era el nicaragüense Cristofer Rosales (37-7, 22 KO), con ventaja de altura sobre el nipón. Pero este ha sabido hacer valer su velocidad y variedad de golpes para anotarse el título antes del límite.

La clave ha sido la hemorragia nasal de Rosales, que surgía ya en el primer tercio del choque por el acierto del pequeño asiático. Dinámico y preciso, Teraji siguió trabajando el rostro y el cuerpo del centroamericano hasta que el sangrado se hizo más evidente. Al empezar el undécimo parcial, el árbitro pidió la intervención del médico ante el estado del rostro del foráneo, decretando el final de las acciones por una probable fractura en la nariz del bravo nicaragüense. Gran triunfo del asombroso boxeador local, que ambiciona unificar coronas con otros campeones mundiales de la división.