José Manuel Ortiz

Hace unos días acudí a un evento organizado por la Asociación de Dominicanos de Fuenlabrada en el que se reconocía a mi amigo Mariano Hilario Jiménez “Tiburón”. En dicho acto, relató a todos los asistentes cómo discurrió su carrera boxística desde sus inicios como boxeador amateur y miembro del equipo olímpico, hasta la consecución de sus campeonatos de España profesional y de la Unión Europea.

Ahí nos emplazamos a vernos un domingo junto a la Cubierta de Leganés, escenario de grandes recuerdos para el boxeo español, en donde aprovechamos para guantear en un parque cercano, en donde con cierta frecuencia se reúnen personas que se inician en este deporte, bajo la instrucción técnica de Mariano.

Llegó el día. Tras la conclusión del entrenamiento, teníamos previsto intercambiar algunas impresiones sobre el boxeo y su experiencia personal. Lo hicimos a modo de preguntas y respuestas cortas. El resultado de ello es lo siguiente:
J. Mejor momento de tu trayectoria profesional
M. «Yo creo que estaba en mi mejor momento en 2016 que fue cuando gané al invicto zurdo Niklas Rasannen en su casa, en Finlandia. Recuerdo que ese combate fue muy duro, pero estaba convencido que el título volvía a casa conmigo. Una derecha cambió el rumbo del combate, el pabellón en silencio y el Tiburón una vez más Campeón De La Unión Europea».

J. Una reflexión, algo de lo que te arrepientas, una lección aprendida en todo este tiempo.
M. «Mirando mi trayectoria, con el tiempo me he dado cuenta de que tal vez no todos los combates los tenía que haber aceptado. Es verdad que vivía en un momento difícil en el boxeo español, que no habían tantos combates y tal vez la falta de entrada de dinero mensual, me hizo aceptar combates para afrontar gastos en casa, familia, comida, fisioterapeuta, etc. Entonces lo que tal vez tendría que haber hecho en ese momento, era moverme más para conseguir algún tipo de sponsor e ir económicamente un poquito mejor para que mi carrera fuera más larga y tal vez más exitosa.

Y mi reflexión a esto es que debería de haber hecho las cosas de otra forma. Tuve la mala experiencia de firmar un contrato con alguien que decía tener una constructora exitosa y quería facilitarme las cosas, pero lo acordado nunca se cumplió, y todo por no mirar el ‘contrato’ con un notario o un abogado para validar lo escrito.
Así que mi lección aprendida fue esa, tener cuidado con las falsas promesas y falsos empresarios, que quieren aprovechar tu mejor momento o tu imagen para beneficiarse. Ojalá que eso no le pase a nadie, infórmense bien de las cosas antes de firmarlas y siempre con un gestor que te pueda aconsejar, porque cuando eres campeón, todos se acercan y quieren brillar con lo que has conseguido, pero cuando pierdes, no ves a nadie a tu lado y eso te puede desenfocar o hacer que tu autoestima baje. Yo lo viví en carne propia y no se lo deseo a nadie».

«Mi sueño es montar un club de boxeo»

J. Su presente.
M. «Ahora mismo estoy enfocado en seguir aprendiendo del mundo del boxeo. Mi etapa como boxeador hace mucho que terminó, pero ahora estoy desarrollando mi faceta como entrenador. Antes no podía, no estaba preparado mentalmente, pero ya he sanado y curado cosas que no me permitían enseñar a gente a boxear, pero ya estoy listo.
Desde hace unos meses he vuelto a dar clases de boxeo y cada vez me gusta más, quiero seguir aprendiendo y enseñando, y que la gente conozca y sepa mi forma de cómo viví y cómo aprendí a boxear. Quiero aportar mis conocimientos a todo el que quiera».

J. Un sueño por cumplir.
M. «Mi sueño es montar mi club de boxeo. Me gustaría poder tener mi escuela para crear boxeadores. Quiero que conozcan y sepan ventajas, dificultades y trabajo que conlleva ser boxeador. Hoy en día hay poca gente que se quiera dedicar a ello, pero que sepan, aunque sea un pequeño porcentaje, lo que es saber boxear y poder experimentar sensaciones arriba de un ring.
Y luego lo que más me importa es mi hijo, que no le falte de nada y poder hacer cosas con él. Mi sueño es verle crecer, verle sonreír cada día y ver cómo se hace un hombre con valores y siempre respetando a la gente que le rodea. Es mi todo y por el sigo aquí».

J. En tres palabras, ¿Qué representa para ti el boxeo?
M. «Una forma de vida, disciplina y fortaleza mental».

J. El mejor boxeador de todos los tiempos y por qué.
M. «Para mí, Muhammad Ali. Cambió la forma del boxeo, cuando todos en los pesos grandes se enfocaban solo en golpear, él fue más inteligente y decidió moverse y usar las piernas. A parte creo que fue el primero o de los primeros boxeadores en usar el marketing antes de los combates; sabía cómo vender sus combates con sus frases y sus palabras a los rivales. A pesar de sus cinco derrotas, para mi ha sido el más grande dentro y fuera del ring».

J. ¿Qué cambiarias de nuestro deporte?
M. «Es algo que nunca pasará, sabemos todos cómo va el juego, pero hay combates que se deberían volver a revisar y cambiar la decisión final».

J. ¿En qué proporción el boxeo te aporta amigos y/o personas con las que no mereció la pena trabajar o conocer?
M. «El boxeo me ha dado muchos amigos y personas que han sido una gran motivación. Me he dado cuenta, una vez dejé de boxear, quien estaba realmente y quien no, porque cuando eres campeón, no te faltan amigos, pero cuando estás jodido y en el hospital, ahí muy pocos se acuerdan de quién eres.
La mayoría de la gente con la que he trabajado y entrenado han sido muy profesionales y con las mismas ganas que yo de ser grandes. Pero como en cualquier entorno, también he conocido o coincidido con personas con las que no valió entrenar con ellos, las malas vibras no van conmigo ni el chisme tampoco.
Pero incluso esas experiencias me han enseñado algo importante y han hecho que valore más a las personas por como son o como luchan, que por lo que logran».

J. ¿Por qué crees que no se ve reflejado el cada vez mayor número de practicantes de boxeo en el número de aficionados que acude a las veladas o lo sigue por televisión?
M. «Porque el boxeo es un deporte fácil para ponerse en forma, para tonificar el cuerpo, coger resistencia, coordinación y fuerza. También cualquier persona lo puede practicar, desde niños hasta personas mayores, gente en silla de ruedas o incluso con párkinson. Es un deporte que trabaja todo el cuerpo, incluso la mente, por momento te evade de tu vida, de los problemas, líos… solo te centras en el saco y la técnica del boxeo. Al igual es un deporte fácil para practicar, pero puede ser violento para muchos ojos, una de las cosas por la que en televisión lo ponen poco. Conozco gente que nunca han visto boxeo ni en YouTube y va a entrenar por el simple hecho de que sudan y trabajan su cuerpo».

J. Fenómeno Ilia Topuria y UFC en España. ¿Beneficia o perjudica al boxeo?
M. «Ilia Topuria es un fenómeno en la UFC, tiene mérito lo que ha logrado, se merece todo, no es fácil lo que ha conseguido y detrás de ese cinturón que tiene, hay mucho entrenamiento, esfuerzos, sudor y lágrimas.
Ojalá y como Topuria salga algún campeón mundial de boxeo y lo llevemos a todos los programas, como puede ser el caso de Sandor Martín, que está a punto de disputar un campeonato del mundo, o las dos medallas olímpicas que hemos conseguido en París. Deberíamos darle importancia a todos por igual, no solo a la UFC…el boxeo también es un deporte importante.
Y claro que beneficia al boxeo, para hacer UFC tienes que saber boxear, así que obligatoriamente tiene que ir donde haya entrenadores y buenos boxeadores para pelear mejor, y como están muy de moda, pues beneficia a todos los deportes de contacto».

«DE LO MÁS ORGULLOSO QUE ME SIENTO ES DE MI HIJO»

J. Un referente fuera del boxeo
M. «En cuanto a referente, creo que la única persona a la que me puedo parecer por su forma de vivir, de trabajar, de no parar hasta conseguir algo, es a mi madre, doña Mercedes. Es una mujer luchadora y siempre con actitud antes las cosas. Ella hasta hoy en día es mi mayor referente en la vida».

J. ¿Más dominicano o español?
M. «Tengo más de dominicano que de español. Yo diría que un 60%-40%.
Aunque viniera con siete años a España, mi familia es de Rep. Dominicana, la familia con la que me crie igual son dominicanos y aunque viviéramos con ellos en Canarias, tengo muchas costumbres dominicanas. Soy dominicano y eso al final se nota en mi día a día, en mi forma de hablar, muchas veces de actuar y sobre todo de cómo afrontar las adversidades que nos pone la vida. Como cualquier ser humano buscamos la mejor versión y como decimos en dominicana, andamos en “joseo” siempre (forma callejera de buscarse la vida). Luego mi 40% de aquí es el saber estar, poder relacionarme con cualquier persona, dormir siesta y algunas cositas más jejeje y a veces el acento canario».

J. Al margen de lo boxístico, ¿de qué te sientes más orgulloso en la vida?
M. «De lo más orgulloso que me siento es de mi hijo. Sé que será una versión mejorada de mí, y por mucho. Como todo en esta vida hemos cometido errores y me he arrepentido de ello, quiero que cuando él sea mayor igual lo esté de mí, por las cosas que hice, lo que logré enseñarle y lo que ve en mi día a día.
Mi vida no ha sido fácil, y eso en un momento determinado hizo que no hiciera las cosas de la mejor manera, pero quiero ser un ejemplo para mí hijo, dejarle un legado y sé que él las hará mejor que yo. Dyriel es mi mayor orgullo y lo mejor que he hecho».