Con numerosas estrellas durante los años noventa en los pesos pesados, Ike Ibeabuchi se convirtió rápidamente en uno de los boxeadores favoritos de las televisiones estadounidenses. El nigeriano afincado en Dallas se abrió paso a golpe de nocaut, y se postuló como aspirante a las coronas mundiales tras vencer a David Tua en 1997 y a Chris Byrd en 1999. En esos años era considerado uno de los mejores pesos pesados del momento.

Cuando acumulaba veinte victorias, quince de ellas por nocaut, y ninguna derrota, en 1998 Ibeabuchi secuestró al hijo de su ex novia y estrelló su auto contra un pilar en Austin, Texas. Según la denuncia penal, el chico sufrió «numerosas lesiones» por el accidente y los tribunales concluyeron que Ibeabuchi estaba tratando de suicidarse. Posteriormente Ibeabuchi fue encarcelado por delitos de ámbito sexual con mujeres de compañía, además de múltiples acciones violentas en su vida privada. Su conducta fue justificada por trastornos mentales, y finalmente fue puesto en libertad en 2015 tras dieciséis años en una cárcel del Estado de Nevada.

El nigeriano volvió a ser encarcelado en 2016 por violar las normas de su libertad condicional, cuando esperaba regresar al cuadrilátero, para finalmente permanecer en libertad desde el año 2020.

El regreso de Ike Ibeabuchi (20-0, 15 KO),a los 51 años, está previsto que tenga lugar el 7 de diciembre en Nigeria ante Ayman Farouk Abbas (4-10-1, 1 KO), un modesto púgil egipcio de 47 años. Ibeabuchi exhibe en sus entrenamientos su buen estado físico, e incluso ha retado a Daniel Dubois para pelear por el título mundial IBF del peso pesado.