La prensa estadounidense comentó que Deontay Wilder debía colgar los guantes. Esos consejos han motivado al excampeón mundial de los pesos pesados, que ha asegurado que no solo no se retira del boxeo, sino que está preparado para volver con más determinación que antes.
Wilder ha perdido las dos últimas peleas que ha disputado, ante Joseph Parker y Zhilei Zhang, en las que dejó una pobre imagen. El de Alabama ha señalado que su rendimiento se vio lastrado por una lesión en el hombro.
Los críticos de Wilder recuerdan que la excusa que dio cuando perdió con Tyson Fury por primera vez, en parte según él, por el peso de la armadura que portó en su camino al ring.
Deontay Wilder es el último gran peso pesado que ha producido el boxeo afroamericano, y las televisiones siguen teniéndole en cuenta, así como Riyahd Season. No sería descartable que Wilder todavía pueda reconducir su carrera para asegurarse una nueva bolsa millonaria con un duelo con Anthony Joshua, o incluso con Francis Ngannou.
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