Darío Pérez
@ringsider2020

Este viernes por la noche en el AT&T Stadium de Arlington, en territorio texano, Netflix debutará como proveedor boxístico con una gala que, además del mundial entre Mario Barrios y Abel Ramos que también analizaremos en próximas horas, cuenta con dos platos fuertes.

Nos interesa sobre el resto a nivel deportivo, sin ningún tipo de parangón, la revancha entre dos de las mejores boxeadoras de la historia. Se trata de Katie Taylor (23-1, 6 KO) y Amanda Serrano (47-2-1, 31 KO), por todos los títulos superligeros de la primera. Ambas se midieron en 2022 llenando el Madison Square Garden neoyorquino, logrando un hito en el boxeo femenino en el que se impuso, por decisión dividida y polémica, la irlandesa. Se ha hablado desde entonces de la revancha, ahora materializada gracias a la promotora MVP de Jake Paul y la ayuda económica de la plataforma Netflix.

Ambas deportistas han seguido caminos diferentes estos dos años, perdiendo Taylor su condición de invicta frente a Chantelle Cameron y vengándose después deportivamente. La duda es cómo responderá la europea ya con 38 años y con uno sin subir al ring, dados los apuros que ha pasado en sus últimos tiempos, incluyendo la primera entrega contra la boricua. Esta ha peleado con más regularidad y conserva, aunque lo ha demostrado ante oponentes muy inferiores, toda la pegada intacta. De su capacidad para cortar las salidas de Taylor y precisión para conectar sus manos, además de la frescura de piernas de la campeona, dependerá la suerte de la pelea. En cualquier caso, la bolsa de seis millones de euros por cabeza bien merece la pena para asegurar la jubilación de estas guerreras.

La victoria de Serrano se paga a 1,80 € por euro apostado, mientras que la de Taylor a 2,15 €, pero además hay opciones para apostar a múltiples resultados del combate, pinchando en el título de la pelea.
Aquí tenéis las posibilidades de apostar en SPORTIUM. ¡Suerte!

Sobre el duelo de fondo, serán ocho asaltos de dos minutos, con guantes más grandes de lo habitual (14 onzas) y todas las demás reglas del boxeo profesional, puesto que es un choque sancionado como tal por la comisión del estado de Texas, tras la insistencia de todos sus actores. Jake Paul (10-1, 7 KO) es uno de los rostros del boxeo actual, guste más o menos a los puristas, por la excelente promoción que está haciendo de sus boxeadores en la promotora MVP, especialmente Amanda Serrano, y las personas que se mueven para ver sus citas sobre el ring. Ahora ha logrado implicar a un gigante global de las plataformas audiovisuales para entrar en el boxeo y, gracias al dinero y astucia, convencer al mítico Mike Tyson (50-6, 44 KO) para volver a subirse a un ring dos décadas después de manera profesional.

A sus 58 años, es bastante triste para el aficionado y nostálgico del boxeo ver a un hombre que tiene que tomar calmantes para sus dolores crónicos, una rodilla sin apenas estabilidad y movimientos, por mucho que se empeñe en probar lo contrario, de un sexagenario. Por ello, no nos extenderemos en la parte deportiva, donde Paul debería ganar como quiera y cuando quiera al otrora devastador ejecutor de rivales. Solo una mano aislada en los primeros instantes, la compasión de un Paul que no quiera arriesgar la salud de un ídolo o un pacto tácito que no sepa el público impedirían ver a Mike Tyson rendido a una celebridad de las redes metido a boxeador (y a quien no queremos quitar mérito por su dedicación al deporte, más allá de haberlo definido lo más objetivamente posible).

La velada se verá en Netflix, como parte de la suscripción habitual, la madrugada de este viernes a sábado desde las 2:00, hora española. El combate femenino se espera sobre las 4:00, para ver el teóricamente estelar a continuación.