Darío Pérez
@ringsider2020
Ayer en Heidelberg (Alemania), se celebraba una gala con dos combates que tenían cierto interés internacional y en el que se proclamó un nuevo monarca europeo de los pesados.
La primera defensa del título europeo del peso pesado por parte del campeón Oleksandr Zakhozhyi (19-1, 15 KO) ha sido la única que realizará, pues cedió su cinturón ante el aspirante kosovar Labinot Xhoxhaj (20-0-1, 16 KO). Fue un combate donde se apreció que los dos participantes eran muy limitados a nivel técnico y físico, ya que ambos estaban pidiendo el final desde el cuarto o quinto asalto, presentando una deficiente preparación para afrontar doce rondas. Igualmente, sus capacidades boxísticas quedaron en evidencia por un duelo de agarres constantes y poca continuidad; el ucraniano, una auténtica torre, no imponía su ventaja de envergadura y recibió manos del retador por doquier, sin saber cómo quitárselas. Hubo sendos derribos, por parte de Zakhozhyi en el segundo parcial y de Xhoxhaj en el décimo, que solo sirvieron para atenuar el paupérrimo espectáculo visto en Heidelberg. El 116-110 en dos cartulinas y 115-111 de la otra dictaminaron el cambio de campeón.
Además, la local Tina Rupprecht (14-1-1, 3 KO) unificó tres de las coronas del peso átomo al imponerse a la japonesa Eri Matsuda (7-2-1, 1 KO). La teutona derribó a Matsuda en el primer round y controló la pelea, más igualada de lo que indican el 97-92 y doble 96-93 de las cartulinas debido a una visitante que fue de menos a más. De este modo, Rupprecht acumula los mundiales WBA-WBC-WBO. Lamentablemente, Sumire Yamanaka no pudo arriesgar su cinto IBF mundial ante la checa Fabiana Bytyqi al desvanecerse esta antes del pesaje, teniendo que ser hospitalizada; esto podría dilatar la unión total de la categoría pretendida por todas las partes implicadas.