Vasyl Lomachenko (18-3, 12 KO) sigue siendo campeón del mundo ligero de la IBF, a pesar de que se siguen cumpliendo los plazos y moratorias que piden el organismo.
El ucraniano ha peleado solo una vez en 2022, 2023 y 2024, obteniendo el título citado en mayo del año pasado. Dicho cinto se hallaba vacante y Lomachenko pudo alzarse con él noqueando al australiano George Kambosos Jr. en el undécimo asalto. En los meses posteriores, se negoció unificar este entorchado con el WBA de la misma categoría, en posesión de Gervonta Davis; cuando estaba cercano el acuerdo, el equipo de Lomachenko se retiró de las negociaciones, dejando al estadounidense sin plan B para la segunda parte del año, dadas las pocas fechas de Premier Boxing Champions.
Se esgrimió una lesión de espalda, tras alegar motivos iniciales de falta de ganas, por parte del ucraniano y su agente, aunque no se especificaron más detalles. Lomachenko ha ido pidiendo a la IBF prórrogas para decidir si seguir siendo campeón o no, por lo que se ha especulado incluso con su retirada.
Mientras sigue deshojando la margarita el excampeón olímpico, habrá un duelo que mira de reojo su respuesta a las distintas moratorias que le ha dado el citado estamento del boxeo. Se medirán los dos contendientes más altos para la IBF que han aceptado, el ruso Zaur Abdullaev (20-1, 12 KO) y el estadounidense Raymond Muratalla (22-0, 17 KO). En su combate estará en juego el título interino del peso ligero, que podría ser absoluto si Lomachenko cuelga los guantes. Este último, en todo caso, estará obligado a medirse al ganador antes del 8 de octubre de este año. Con calma, no vayamos a precipitarnos…