Hace unos días reseñábamos en ESPABOX la vuelta al cuadrilátero del estadounidense Deontay Wilder, prevista para el mes de abril.
Wilder (43-4-1, 42 KO) tuvo una gran carrera, primero como amateur con un bronce olímpico y luego como profesional, donde fue campeón WBC del peso pesado y anestesió a todos menos uno de sus oponentes sobre el cuadrilátero, más de cuarenta. Por ello, su extenso reinado y su poder de pegada hicieron que algunos aficionados le llegasen a comparar con mitos como Mike Tyson y poner su nombre entre los mejores de la historia; pese a todo, la mayoría incidía en las deficiencias técnicas del estadounidense y la poca dificultad de sus rivales, muy elegidos de acuerdo con las políticas proteccionistas a sus campeones del Consejo Mundial.
El cuadrilátero, aunque a su generación los grandes duelos les llegasen ya muy veteranos, puso a Wilder en su sitio, siendo incapaz de ganar a Tyson Fury en tres espectaculares choques, así como siendo derrotado en sus últimos duelos de la Riyadh Season.
Tras una lesión de hombro en los últimos meses y rumores de retirada, Wilder ha decidido, junto a su equipo, darse una última oportunidad en el boxeo. Peleará el 26 de abril en Atlanta frente a un rival que no es ninguno de los que se había rumoreado. La revista The Ring ha adelantado que el contrincante será finalmente el discreto Curtis Harper (18-11, 12 KO). Este, de 36 años, tuvo su momento de más fama en el boxeo cuando se bajó del ring al sonar la primera campana en su cruce contra Efe Ajagba, allá por 2018, debido a una disputa económica con el promotor del evento.