El púgil de Florida (EE. UU.) Keith Thurman (30-1, 22 KO) era uno de los grandes talentos del boxeo estadounidense que debían ocupar el hueco dejado por Floyd Mayweather. Como tal, Al Haymon le pagó cuantiosas bolsas por sus apariciones en las veladas de Premier Boxing Champions. Fue campeón del mundo tres veces, antes de perder sus dos coronas WBC-WBA, en su combate de 2019 ante Manny Pacquiao.

A los 36 años, Thurman solo ha boxeado en tres ocasiones en los últimos seis años, a pesar de que no se ha retirado. Se enfrentó al estadounidense Josesito López, al que venció por decisión mayoritaria a los puntos, al filipino Manny Pacquiao, con derrota por decisión dividida a los puntos, ambos en 2019, y en 2022 derrotó al actual campeón del mundo del peso wélter WBC, su compatriota Mario Barrios, sin título en juego. «The Truth», aunque no sube al ring desde 2022, planea intentar nuevamente aparecer en la élite al calor del dinero saudí.

Como tantos otros púgiles, a Thurman le lastró especialmente la falta de actividad de su promotora, además de sufrir lesiones de gravedad. El excampeón mundial regresará el 12 de marzo en Sídney (Australia), donde se enfrentará al australiano de 27 años Brock Jarvis (22-1, 20 KO).

Los boxeadores en el peso wélter se han renovado desde que Thurman fuese uno de los mejores del mundo a mitad de la pasada década, con victorias como la lograda ante Danny García. El australiano Jarvis no debería suponerle ningún problema al estadounidense si conserva parte de su potencial. Jarvis solo ha perdido una pelea como profesional, la que le enfrentó al excampeón mundial, su compatriota Liam Paro, pero está lejos del nivel de las principales estrellas a las que aspira a plantarles cara Thurman.

La pelea se celebrará en el Hordern Pavilion, en gala en la que también combatirá el australiano Michael Zerafa (32-5, 20 KO), que se enfrenta al alemán Besir Ay (19-1, 9 KO), en el peso medio a diez asaltos.