El estadounidense Albert Bell (26-0, 9 KO) es un caso extraño dentro del boxeo actual, aunque pone de relieve las malas prácticas de los organismos rectores.

Bell fue número uno en listas mundiales WBO superpluma durante más de un año. Sin embargo, la falta de una promotora potente detrás de su carrera y su estilo de boxeo poco atractivo le condenaron a que ninguno de los grandes nombres de la división quisiera enfrentarse a él por esa privilegiada posición. Lo más sangrante del asunto es que el estamento que lo tenía como principal contendiente nunca mandó una eliminatoria mundial ni lo nombró oficialmente aspirante para el campeón, Emanuel Navarrete.

Las declaraciones de Bell dejan clara la situación y buscará el peso ligero como tabla de salvación para su trayectoria, ya con 32 años: “No puedo tener la oportunidad para ninguno de los principales boxeadores de las 130 libras (peso superpluma) por culpa de las políticas de este deporte. Soy un púgil de mucho riesgo y poca recompensa económica, por tanto los rivales se han limitado a esquivarme. Creo que en el ligero hay más nombres con ganas de pelear y aquí podré tener la oportunidad que tanto he deseado este tiempo”. De entrada, Bell debutará en esta nueva categoría el próximo 12 de abril en su casa, Ohio, ante un rival por determinar.