El uzbeko Bakhodir Jalolov tiene que afrontar otro revés en sus ánimos por replicar en su faceta profesional sus éxitos como amateur.
Jalolov lo ha conseguido todo como amateur, desde campeonatos del mundo a dos oros olímpicos. Sin embargo, como diría un castizo, se le puede estar pasando el arroz como profesional. Debutó en 2018 y su última aparición se dio en noviembre de 2023, para preparar la competición de París 2024, en cuya final superó al español Ayoub Ghadfa.
Tras los Juegos, dijo que se iba a centrar en su carrera profesional, donde tiene catorce triunfos y cero derrotas, todos por KO. Sin embargo, ha tardardo más de seis meses en tener un combate que, además, era contra un púgil modestísimo, David Spilmont (16-8-1, 11 KO), que poco le aportaría a nivel deportivo o de clasificaciones.
Cuando todo estaba preparado para que pelease en la gala que esta madrugada celebra su promotora canadiense Eye of the Tiger, surgía la noticia de que Jalolov enfermaba ya después del pesaje (no será por la deshidratación, al ser un peso pesado) y no se celebraría su duelo contra el francés. Ya en la treintena, el uzbeko necesita mayor frecuencia de ring en una categoría donde tiene habilidad para poder ser uno de los mejores boxeadores y ganar mucho dinero y prestigio.