Darío Pérez
@Ringsider2020
Buena velada la que nos ofrecía anoche PBC en Uncasville, Estados Unidos, con el retorno de «The Problem» Broner y peleas bien casadas.
En el combate principal de la gala, Adrien Broner (34-4-1, 24 KO) venció a Jovanie Santiago (14-1-1, 10 KO). Broner, tras dos años inactivo, salió a coger la distancia, mientras que el portorriqueño quería estudiar a su rival, todo un enigma en la noche de ayer, y dejarle dar el primer paso. Por eso, los primeros minutos de la pelea fueron de escasísima actividad reseñable. Tras desatarse las hostilidades en el tercer asalto, el boricua se mostraba más agresivo (demasiado, tras golpear a Broner tras finalizar el cuarto asalto, lo que le hizo perder un punto), mostrando que su récord contenía, efectivamente, a un estimable boxeador, mientras el excampeón mundial se quitaba el óxido con buenas maneras defensivas en ocasiones. Las acciones eran muy trabadas, con poca continuidad y escasos intercambios que resultasen atractivos para el espectador. En el noveno asalto, la ceja de Santiago sufrió un importante corte producto de un puñetazo, aunque el hecho no fue decisivo de cara a los últimos capítulos de las hostilidades. Le pesó a Broner la inactividad, ya que Santiago acabó la pelea más entero físicamente, buscando afianzar sus opciones en las puntuaciones de los oficiales, que en todo caso se esperaban ajustadas. Estas fueron 115-112, 116-111 y 117-110, y no reflejan la igualdad vista. Curiosos nos hallamos por ver si Broner decide centrarse en el boxeo y recupera un rendimiento acorde al que se le presupone.
Abrió la parte televisada la pelea entre Robert Easter Jr (23-1-1, 14 KO) y Ryan Martin (24-2, 14 KO) en el peso superligero. El combate fue más técnico que de agresión en la corta distancia, y estuvo mayormente dominado por la buena actuación de Easter. El de Ohio venció por decisión unánime, con puntuaciones de 117-111, 118-110 y 118-110, con lo que se vuelve a acercar a los combates de mucho dinero.
Por su parte, el sueco Otto Wallin (22-1, 14 KO) batió al estadounidense Dominic Breazeale (20-3, 18 KO). Intentando ambos dominar con el recto al rostro del rival, el nórdico se mostró más dinámico y efectivo en los primeros asaltos de la pelea, comenzando en el tercer round a cruzar la mano atrasada para combinar golpes con, cada vez, mayor frecuencia. Breazeale presentaba ya signos de evidente inflamación antes de la mitad de los doce asaltos pactados, con Wallin mejorando su rendimiento y buscando, cada vez más, el final anticipado de la pugna. Tras un vistazo del médico al ojo de Breazeale, el veterano deportista intentó jugarse a una mano el desenlace del combate, lanzando golpes casi desesperados a un Wallin con mejor boxeo y más fresco. Los últimos asaltos se sucedieron con la demostración de corazón de guerrero de Breazeale, que aguantó los treinta y seis minutos en pie buscando un resultado positivo hasta el final, pese a la acumulación de castigo y tener la zona ocular muy marcada. Venció Wallin por decisión unánime, puntuada con un demasiado apretado 116-112, 117-111 y 118-110, la que más se ajustó a nuestra visión.