Daniel Pi
@BastionBoxeo
De forma similar a lo que sucedió en el Navarrete-Dogboe II, semifondo de este evento que se desarrolló la pasada madrugada en el Convention Center de Tucson (Estados Unidos), también en el combate estelar el boxeador que ya se había impuesto en el primer duelo por su potencia y resistencia volvió a salir con el brazo en alto en el choque de desquite. Y es que el mexicano Miguel “El Alacrán” Berchelt (36-1, 32 KO) derrotó por abandono en el sexto round a Francisco “El Bandido” Vargas (25-2-2, 18 KO), cuya acumulación de guerras no le permitió soportar otra intensa batalla de desgaste.
Inicialmente, como había sugerido su entrenador antes del combate, Vargas intentó contragolpear con astutos crochés los poderosísimos rectos del campeón, pero tras recibir varios uno-dos-hook y secos jabs, “El Bandido” se olvidó de cualquier medida de precaución, avanzó y se lanzó a una interminable sucesión de intensos intercambios. En estos cruces de golpes los ganchos de Vargas llegaron con tremenda claridad y contundencia, pero más eficientes resultaron aún los puños de Berchelt que, mucho menos castigado en su carrera y contando con más fortaleza y frecuencia, impactó uppercuts, hooks y derechas brutales que movieron a su adversario.
Así, aunque a primera vista los asaltos podían parecer contendidos, Berchelt estaba mermando al retador, cuyo rostro ya presentó en el cuarto asalto un aspecto muy preocupante pero que pese a ello no dejó de avanzar. No obstante, aunque Vargas conectó una buena combinación en el quinto round, un Berchelt que retrocedía pudo llegar con más manos, destacando un croché de derecha y varios ganchos de mano adelantada en el sexto asalto. En el descanso entre este round y el séptimo, el entrenador de Vargas decidió acertadamente imponer su criterio e indicó que su púgil no iba a seguir combatiendo.
Sin poder evitar pensar que la carrera de Vargas ha quedado en una posición crítica tras recibir tantísimos puños en tan pocas peleas y que seguramente podría haber tenido un rendimiento superior durante más tiempo si hubiese sido conducida su trayectoria con más cuidado, Berchelt, con sus triunfos sobre Miguel Román, Takashi Miura y por dos veces ante Vargas, se alza como el ganador de la serie de brutales batallas desarrolladas en el peso superpluma y se afianza como el objetivo a batir en la división, queriendo extender su hegemonía con una unificación ante el campeón WBO Masayuki Ito, que pelea dentro de dos semanas ante Jamel Herring.