Daniel Pi
@BastionBoxeo

El cubano Sullivan Barrera (21-1, 14 KO), que perdió mucho crédito por su rechazo a pelear en un combate eliminatorio ante Artur Beterbiev, se encontró a finales del pasado año con una crucial decisión que tomar. Podía pelear contra el campeón mundial WBO del peso semipesado Sergey Kovalev, quizás el nombre más reconocido y mejor valorado de la división, u optar por combatir por el cetro mundial WBA de este mismo peso ante Dmitry Bivol (12-0, 10 KO), un joven monarca de corto recorrido como profesional que todavía no ha dejado claro dónde está su techo. Finalmente, aunque durante semanas pareció que por lograr un mayor reconocimiento se decantaría por enfrentarse a Kovalev, Barrera decidió firmar un duelo con Bivol, que se producirá este sábado en el Madison Square Garden de Nueva Yok (Estados Unidos).

Según la promotora tanto de Kovalev como de Barrera, Kathy Duva, directora de Main Events, la explicación de este movimiento por parte del cubano y su equipo fue la siguiente: “Se le ofreció más dinero por pelear con Kovalev (unos 300.000 euros) del que iba a conseguir por pelear contra Bivol, pero él pensaba que no era suficiente. Su opinión es que esta es una pelea perfectamente vencible y que estará en una mejor posición para negociar cuando llegue el momento de realizar una unificación ante Kovalev”.

Obviamente, de cumplirse este plan, Barrera no sólo lograría el mayor triunfo de su carrera y su primera corona mundial, sino que podría conseguir una bolsa muy grande en un choque entre monarcas, pero parece que su equipo ha menospreciado este reto ante Bivol, que es sumamente complicado y que podría dejarle, en el probable caso de que pierda, en una muy mala posición. Y es que no es lo mismo combatir y perder ante el excampeón unificado y número 1 Kovalev que hacerlo contra un Bivol con sólo doce peleas, sin un triunfo ante un oponente de la élite y que, a pesar del fantástico nivel al que está combatiendo, está siendo duramente criticado e infravalorado desde Estados Unidos, donde muchos ven con preocupación el auge de otro temible noqueador de Europa del Este y se empeñan en desacreditar sus logros.

En cualquier caso, ajeno a las críticas, Bivol, de padre moldavo, madre coreana, nacido en Kirguistán pero peleando toda su carrera (incluida la amateur) bajo bandera rusa, en sus últimas cuatro peleas parece haber explotado, habiendo arrollado a sus contrincantes sin pasar del cuarto episodio a base de tremenda efectividad y agresividad, no ofreciendo además casi ninguna brecha de consideración. Por su parte, aunque confía en su ventaja en experiencia, lo cierto es que Barrera nunca se ha medido a un noqueador tan peligroso, a pesar de lo cual ha sido derribado en el tercer round por Ward, en el segundo asalto por Shabranskyy (al que Kovalev batió sin problemas en el segundo episodio) y en el primer round tanto de su choque ante Joe Smith como del realizado ante Félix Valera, al que Bivol dominó sin excesiva dificultad.

Es verdad que, exceptuando el enfrentamiento ante Ward, en todos estos combates logró finalmente salir con el brazo en alto, pero contraponiéndose los arrolladores comienzos de Bivol a los malos inicios de Barrera, es difícil evitar pensar que en el primer cuarto del choque el cubano podría verse en claras dificultades si vuelve a recurrir a una intensidad limitada. Incluso de no ser así, parece complicado que pueda superar a un boxeador con similitudes en su estilo, pero que posee mayor fortaleza, ritmo, encaje y pegada, contando además Bivol con un sensacional gancho zurdo, que está siendo precisamente el puño que peores efectos está teniendo en Barrera. Así, y aunque el monarca podría pasar por momentos de incertidumbre por encontrarse ante un oponente muy por encima del nivel que hasta ahora ha tenido que superar, la condición de favorito con cierta amplitud de Bivol parece más que justificada, siendo muy probable que el choque tenga un desarrollo trepidante y que ofrezca grandes dosis de acción y caídas.

En la ceremonia de pesaje ambos boxeadores se mantuvieron por debajo del límite del peso semipesado (79,4 kg), dando Bivol 79,000 kg y Barrera 78,700 kg.