Daniel Pi
@BastionBoxeo

Tan solo unos días antes de la realización de la pugna, el campeón mundial IBF del peso supermedio James DeGale (23-2-1, 14 KO) escribió un artículo, publicado en la página web de la promotora de Frank Warren, en el que decía: Estoy deseando mostrar a todo el mundo de lo que soy capaz ahora que no padezco ninguna lesión. Mi hombro, que me daba problemas antes y durante la pelea de unificación ante Badou Jack, está ahora a pleno rendimiento. Estoy tan contento de que ahora mi hombro esté arreglado que parezco un loro, porque lo digo constantemente, pero estoy libre de lesiones.

Muy lejos de estas y otras tantas afirmaciones en las que aseguraba estar al 100%, el retorno a los rings de James DeGale tras once meses de inactividad estuvo condicionado por problemas, de nuevo, con su hombro derecho, por lo que, intentando sostener toda una contienda con su brazo izquierdo contra un boxeador que ofrece elevada presión, el británico fue derrotado por decisión mayoritaria por el estadounidense Caleb Truax (29-3-2, 18 KO), que en una de las grandes sorpresas de la temporada en las Islas Británicas se hacía con el cetro mundial como visitante, y con cartulinas de 116-112, 115-112 y 114-114, en el Copper Box Arena de Londres.

Desde el inicio resultaron evidentes los problemas con el brazo adelantado del zurdo DeGale que, aunque inicialmente pudo mantenerse dinámico y conectar buenos contragolpes en gancho, uppercut o directo de izquierda, no jabeaba, permitiendo que Truax pudiese acortar la distancia con relativa sencillez. Con el paso de los minutos, principalmente del tercer round en adelante, la presión de Truax se hizo cada vez más efectiva, llevando a las cuerdas a su rival de forma constante y conectando buenos ganchos al torso, derechas rectas y hooks de izquierda. DeGale empezó a verse perdido, optando por inefectivos cambios de guardia y por fallidos intentos de tomar la iniciativa.

Estando así la pugna, y con Truax explotando los problemas del campeón colocándose siempre hacia la parte derecha de su rival, incluso cuando intercambiaban golpes en las cuerdas, llegó un quinto asalto en el que DeGale pasó por serios apuros al ser duramente hostigado con derechazos, uppercuts diestros y curvos al cuerpo. Este fue un punto de inflexión, ya que el visitante pudo desde entonces distanciarse en las tarjetas presionando y trabajando, no pudiendo las esquivas, los bloqueos y los esporádicos contraataques de mano zurda de DeGale compensar ni la frecuencia ni los golpes de poder de Truax.

Si bien en los últimos tres asaltos el oro olímpico intentó tirar todo lo que le quedaba y combatir en el centro del ring, atacando valientemente a un Truax que empezaba a verse cansado, DeGale no pudo evitar esta vez, como sí lo hizo ante Rogelio Medina o Badou Jack, el negativo veredicto de los jueces. De este modo, el reinado de DeGale terminaba en el peor momento posible, ahora que no tiene promotor y su antigua lesión sigue afectándole, truncándose además sus ambiciosos objetivos para 2018. Por su parte, Truax, el hombre que afirma que inició su carrera profesional en el boxeo sólo para pagar el préstamo de sus estudios universitarios en sociología, se convertía en campeón mundial veinte meses después de una derrota en un round ante Anthony Dirrell que pareció descartarle de las contiendas ante la élite de la división. En cambio, se presenta para él un futuro con algunas notables pugnas y bolsas, pudiendo realizar por el momento alguna defensa voluntaria mientras se soluciona la situación del retador oficial con una revancha entre Andre Dirrell y José Uzcátegui.

Selby venció a Ramírez
En el respaldo del evento, el campeón mundial IBF Lee Selby (26-1, 9 KO), que no ponía en juego su corona por el exceso de peso de su rival en la báscula, derrotó a Eduardo Ramírez (20-1-3, 7 KO) por decisión unánime y tarjetas de 119-109, 118-110 y 116-112. En un enfrentamiento con oscilaciones en la iniciativa que se inició para Selby con algunos problemas para ajustarse al estilo de su zurdo oponente, Ramírez se vio desdibujado por la clase y la técnica del británico, que le hizo fallar innumerables golpes con plásticas esquivas. Con todo, en la segunda mitad Selby se limitó a puntuar durante largos periodos, confiándose de más en algunas ocasiones y dando pie a salteadas series de curvos del mexicano que le sirvieron a éste para capturar algún asalto. Ahora Selby queda emplazado a una defensa obligatoria ante Josh Warrington que se disputará, en principio, en el primer trimestre de 2018 en Cardiff o Leeds.