Darío Pérez
@Ringsider2020

Claressa Shields (11-0, 2 KO) se impuso la pasada madrugada a Eve DiCaire (17-1, 0 KO) para unificar totalmente el peso superwélter femenino, la segunda categoría en la que realiza tal hazaña con solo once combates profesionales. La WBA contribuyó inventándose un título para trincar del pastel. La WBA, cada día cerca del ocaso.

Shields venció en su localidad natal de Flint, en el estado de Michigan, dentro de un evento protagonizado únicamente por mujeres. El combate fue totalmente dominado por la campeona, pese a que DiCaire demostró el porqué de su récord y los títulos logrados en su carrera, pero el nivel de Shields es, simplemente, inalcanzable. La resistencia de la canadiense fue muy meritoria, ya que la nueva campeona indiscutible e indiscutida llegó con mútiples rectos y algún golpe curvo a su anatomía, y solo en momentos puntuales DiCaire llegó con alguna mano a Shields, cómoda tanto llevando la iniciativa como contra las cuerdas.

Las puntuaciones del duelo fueron de triple 100-90: Shields ganó todos los asaltos para los tres jueces.

La estadounidense ya ha hecho historia, y tiene años y nivel para seguir escribiendo un camino único, si no se muda al mundo de las MMA, como se ha especulado. Junto a Katie Taylor, es la mejor boxeadora del mundo y de esta época, llamando ya al Olimpo histórico del pugilismo de mujeres.

La diferencia de peso entre la dos es bastante notable, aunque se ha especulado que podrían encontrarse en el peso wélter; Claressa tendría que bajar una división y Taylor, subir dos. ¿Podría compensar a ambas a nivel deportivo y económico? Al boxeo femenino, que hoy goza de tan buena salud (la próxima semana tenemos el McCaskill-Braekhus 2, otras dos estrellas), seguro que sí.