
No por esperado, el anuncio de la creación de una nueva promotora bajo el amparo de Turki Alalshikh no deja de ser un golpe de efecto en el boxeo internacional. Alalshikh adquirió la revista The Ring, con la que además organiza veladas fuera del sello de Riyadh Season. Dada su buena sintonía con Dana White, Alalshikh lanzará una nueva promotora junto a TKO, la empresa más grande del mundo dedicada a los deportes de contacto y el entretenimiento, que gestiona la UFC y la WWE. Después de la caída del mercado estadounidense por la salida de HBO y posteriormente Showtime, Alalshikh se ha hecho rápidamente con el trono del circuito internacional. Las buenas bolsas que perciben los púgiles en Arabia Saudí han permitido cerrar combates esperados por los aficionados durante años.
Junto a ellos está Sela, el conglomerado saudí que posee el equipo de fútbol Newcastle, que milita en la Premier League. El poder de la nueva estructura coloca a esta promotora (todavía sin nombre) en un lugar privilegiado. TKO pondrá a la disposición de sus púgiles el centro de entrenamiento de la UFC, así como las trabajadas retransmisiones que se utilizan en la WWE. La UFC ha hecho varios intentos de entrar en el boxeo durante los últimos años, sin embargo, la anarquía del noble arte frenó sus movimientos. En las Artes Marciales Mixtas, la UFC se ha hecho con un monopolio, después de firmar a las principales estrellas de otras compañías en la pasada década. UFC cuenta con un extenso calendario, a diferencia del boxeo, que resulta atractivo para las televisiones al disponer de fechas cerradas con meses de antelación.
Saúl «Canelo» Álvarez, Oleksandr Usyk, Dmitry Bivol, Artur Beterbiev o Naoya Inoue son algunos de los boxeadores que forman parte ya de los carteles de Riyadh Season. La llegada de Dana White inquieta especialmente a los promotores que han controlado el boxeo en los últimos años, como Bob Arum, Eddie Hearn u Óscar de la Hoya. El mandamás de la UFC no cuenta con la simpatía de dichos empresarios, los cuales lo ven como una amenaza. Sin embargo, todos ellos trabajan con Alalshikh, por lo que las posibles rencillas quedarán solucionadas en breve.
Dana White anheló en su infancia ser una personalidad en el mundo del boxeo, aunque finalmente los derroteros empresariales lo llevaron a las Artes Marciales Mixtas. El modelo de la UFC se implantó en un deporte nuevo, así como se produjo la caída de la japonesa Pride a raíz de sus vínculos con la yakuza. Los luchadores de la UFC cuentan con una serie de facilidades que los convierten en profesionales en todos los ámbitos. Pero la gran diferencia con el boxeo se encuentra en las bolsas. Mientras en un la UFC el grueso de los beneficios es para la empresa, los boxeadores perciben bolsas inimaginables para los luchadores.
Turki Alalshikh ha actuado hasta el momento como un aficionado, y se ha dado el gusto de cerrar los combates de su propio agrado. Otro punto a resolver es el referente a los organismos. Aunque los cuatro principales están del lado de Arabia Saudí, con el prestigio de las listas de The Ring, Alalshikh puede prescindir de estas nocivas empresas para establecer un cinturón único, al igual que en la UFC. White también acertó al reducir el número de pesos de su compañía, por lo que los campeones gozan de mayor prestigio al ser una condición reservada para los mejores deportistas.