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Leopoldo Bonías

El boxeo español está viviendo atónito el intercambio de acusaciones públicas muy graves entre los hasta hace poco máximos mandatarios de la Federación Española de Boxeo.

Pedro Retuerto acusa al hasta ahora presidente de la FEB, Felipe Martínez, de cobrar un sueldo encubierto en concepto de dietas durante 2017 y 2018 que él valora en 43.000 euros libres de impuestos. Le exige al hasta hace poco compañero de correrías se le abone esa misma cantidad a él a cambio de olvidarlo todo y zanjar amistosamente este embarazoso asunto.

Y es que afirma Pedro Retuerto con rotundidad que las cuentas de los Campeonatos de la Unión Europea celebrados en Valladolid no cuadran. Parece ser que al presidente de la Federación de Boxeo de Castilla y León le ha abierto un expediente la Dirección de Deportes de dicha Comunidad Autónoma por cobrar a los deportistas que se alojaron en el Albergue de Béjar en los Campeonatos de España de Boxeo Olímpico Joven y Junior (boxeadores de 15 a 17 años) del año 2018. Resulta que según cuentan, la Junta cedió gratuitamente las instalaciones y la manutención y a los deportistas y entrenadores se les exigió se ingresasen cien euros en la cuenta corriente de la Federación Española. En muchos casos, los pobres chavales, o mejor dicho, los padres de los chicos en muchos casos, son los que tuvieron que abonar los desplazamientos y cien euros adicionales que integros fueron a parar a las arcas de la FEB.

Como fue Retuerto el que negoció con la Junta las condiciones del campeonato es a él al que ahora la Junta le pide explicaciones como presidente de la Comisión de Boxeo Amateur, ya que resulta evidente que no se cedieron las instalaciones para los jóvenes boxeadores para que la Federación Española ingresase 15.000 euros aproximadamente.

Felipe Martínez reacciona y dice que está siendo amenazado y que va a poner en manos del abogado de la Federación los hechos por si constituye un delito de amenazas. Esa advertencia la hace unas pocas líneas después de trasladarle a Retuerto que se «teme que lo va a pasar muy mal en el futuro» en una referencia a la Federación de Boxeo de Castilla y León. Es decir, primero anuncia males futuros para la Federación de su excolaborador y luego afirma que va a denunciar por otra conducta análoga al mismo. De chiste.

También Felipe Martínez advierte en su Facebook que va «a morir matando». A todo esto, ambos litigantes que se llenan la boca de defender el boxeo español remiten copia de los escritos a los presidentes de las federaciones territoriales. No sé si para que sepan cómo se las gastan los angelitos o para que trasladen a todos sus afiliados los desmanes de los que se acusan.

En fin, un espectáculo público lamentable en donde no solo se desprestigian como personas, sino por desgracia también a la Federación Española de Boxeo a la que representan.