Óscar De la Hoya lleva varios años tratando de impulsar su promotora, Golden Boy Promotions. Tras la salida de Saúl «Canelo» Álvarez, el californiano perdió a su última gran estrella, y ha intentado diferentes iniciativas, principalmente ligadas a Ryan García, para aumentar la actividad de su empresa.

Como el resto de empresarios, De la Hoya observa con asombro la llegada de Arabia Saudí al boxeo mediante inversiones millonarias. Bob Arum, Eddie Hearn y Frank Warren han tomado la delantera, pero los empresarios saudíes están dispuestos a trabajar con más promotores, como Al Haymon.

Las reticencias iniciales de De la Hoya a que sus boxeadores peleasen en Arabia Saudí fueron acogidas con carcajadas por parte de Turki Al-Sheikh, pero el excampeón mundial ha clarificado su postura semanas después.

A través de una respuesta a Al-Sheikh en redes sociales, De la Hoya destacó su experiencia con boxeadores como Mayweather y Canelo, así como tendió la mano al saudí para trabajar de forma conjunta, para intentar zanjar la polémica que él mismo creo.