Zaurbek-Carter

Mala tarde de viernes para los españoles en gala organizada por Wasserman Boxing en el Meadowbank Sports Centre de Edimburgo (Reino Unido), con dos derrotas antes del límite.

En pelea pactada a ocho asaltos dentro del peso pluma, el inglés Isaac Lowe (23-2-3, 7 KO), número 15 de la EBU, ha vencido al canario Jonathan Santana (9-6-1, 1 KO), que ya acumula tres derrotas seguidas. Salió mejor Lowe en el round inicial, agresivo, pero el español trató de equilibrar la contienda en el segundo con relativo éxito y buena movilidad.

Comenzó a sufrir más Santana desde el tercer parcial tras algunos golpes al cuerpo, no sabiendo mantener la distancia, acentuándose el dominio del británico que comenzó a atacar con firmeza. El inglés logró finalizar el combate en el quinto tras derribar al canario, parando el árbitro el combate acertadamente.

Santana cedió mucho peso, peleando dos categorías por encima de su peso gallo, tal como pudimos ver el pasado fin de semana a otros compatriotas en las islas.

Poco después, el granadino John Carter (15-1-1, 7 KO), en combate a diez asaltos en el peso superpluma, tampoco pudo oír la campana final ante el kazajo Sultan Zaurbek (15-0, 11 KO). Un excelente Zaurbek fue colocando manos a su ritmo, aunque con quirúrgica precisión, contra un púgil español que no tuvo su día, lanzando pocos golpes que incomodasen al asiático. Ello hizo que el castigo infligido fuera haciendo mella en Carter, con hemorragia nasal y el ojo derecho cortado e inflamado, por lo que el réferi paró el combate en el tercer episodio tras una buena y dura combinación del ganador por KO técnico. Muy superior el kazajo, de gran experiencia amateur y un excelente futuro, estando ya clasificado en la WBA y en la IBF.

En el pleito estelar de la velada, el local, Lee McGregor (12-1-1, 9 KO) y el mexicano Erik Robles (14-1, 9 KO) se midieron con el título menor IBO del peso supergallo en liza. Hemos vivido uno de los choques más intensos del año, disputado al ritmo más conveniente para el azteca, que desde el inicio buscó imprimir un ritmo altísimo. Hubo alternativas, intercambios, poca distancia entre los contendientes y emoción; sin embargo, lo que era una pelea ligeramente decantada hacia Robles acabó decidiéndose en unos últimos asaltos mucho mejores del visitante. Los jueces le vieron ganar con cartulinas de 116-113 y doble 115-113, un poquito más caseras de lo que deberían, pero (al menos) señalando al ganador correcto.