El ministro de deportes de Arabia Saudí Turki Alalshikh puso patas arriba el boxeo al anunciar su unión al grupo TKO. Con Dana White a la cabeza, el nuevo proyecto tiene grandes planes para los próximos meses, entre los que se incluyen la realización de dos grandes veladas, las cuales se está negociando su emisión a través de Netflix, pero los nuevos socios consideran que el boxeo no está funcionando de forma eficiente por la atomización entre promotores y organismos. TKO es una empresa que mueve millones de dólares con la UFC y la WWE, con un modelo empresarial definido y a Dana White le gustaría exportar parte de los elementos que han llevado a la UFC a ser una marca conocida a nivel internacional desde cero.

El boxeo en Estados Unidos se rige por la Muhammad Ali Act, una ley que no contenta a todos los implicados en el negocio del pugilismo profesional. Esta ley data del año 2000, y una reforma de la misma podría devenir en diferentes novedades, como la pérdida de peso de los organismos o la forma de negociar los combates. Para ello se necesitaría una enmienda política, lo cual no parece descartable, por lo que podrían solicitarlo a Donald Trump.

Dana White es íntimo amigo de Donald Trump, al que apoyó en la campaña electoral de 2024, junto a Elon Musk y Trump conoce el boxeo de sus días como promotor, y ha alabado públicamente el modelo de la UFC, pero en Estados Unidos son las comisiones de cada estado las que controlan el boxeo.

En el campo amateur, Los Ángeles acogerá los Juegos Olímpicos de 2028. El Comité Olímpico Internacional ha concertado una revolución que ha llegado al boxeo olímpico con la entrada de World Boxing, y la caída de IBA, y no se descarta otra revolución en el boxeo profesional.