José Manuel Moreno
No es una imagen habitual en el mundo del boxeo. Tampoco la foto es, naturalmente, lo que parece. Pertenece justo a la conclusión de la pelea del pasado fin de semana entre Bernard Hopkins y Karo Murat por el campeonato mundial del peso semipesado de la IBF. Durante toda la pelea, tanto uno como otro, se habían agarrado, amarrado, burlado, habían volado golpes después de un break, después de terminar un asalto, se habían dado un beso (Hopkins en la nuca del iraquí) pero lo más esperpéntico llegó justo al final.
El veteranísimo árbitro estadounidense Steve Smoger, el «tercer hombre» de infinidad de batallas en todos los países del mundo desde la década de los 80 se sintió tan cansado de los continuos atropellos al reglamento por parte del alemán que dio pie a la foto que ilustra este comentario. Mitad colleja, mitad croché de izquierda. Acabó harto de Murat, sin duda, al que descontó un punto en el séptimo asalto y al que finalmente le dio su «merecido». ¿Cundirá el ejemplo?