Daniel Pi
@BastionBoxeo
Estando aislado audiovisualmente en la lucha por acceder al número 1 en el peso semipesado por la pertenencia de Gvozdyk, Beterbiev y Kovalev al conglomerado de ESPN, el monarca mundial WBA de la citada división, el ruso-kirguiso, Dmitry Bivol (16-0, 11 KO) (a la izquierda en la imagen) alineado con DAZN, esperaba subirse al ring en un gran combate ante un insigne retador para cerrar el año: el estadounidense Marcus Browne, valorado por muchos entonces como el mejor boxeador sin título de los 79,4 kg.
Pero entonces se produjo la inesperada debacle para sus intereses, ya que Browne fue tumbado tres veces y vencido contra todo pronóstico por el veterano Jean Pascal (al que Bivol venció con solvencia justo antes), de modo que el plan para el monarca se vino abajo. Y es que Browne perdió su etiqueta de retador oficial y no era posible justificar ante DAZN un nuevo duelo ante un Pascal contra el que no dejó ni remotas dudas en cuanto a que mereció el triunfo.
Así, su equipo se tuvo que poner en marcha para buscar un contrincante, tarea que, según su mánager Vadim Kornilov, fue muy ardua:
“Esperábamos que Marcus Browne ganase y deseábamos que fuese el siguiente rival. Ha sido el aspirante oficial para el cinturón de Dmitry durante más o menos un año. Y entonces coge la pelea ante Pascal y pierde. Fue una decepción para nosotros, para ser honesto. Entonces nos atascamos. Ha sido realmente duro encontrar un oponente fuerte para Bivol”.
Kornilov también habló de la situación en la división y las posibilidades de unificación:
“Él quería enfrentarse a Sergey Kovalev porque era el nombre más grande. Ahora, con todo lo que está pasando, seguramente tendrá menos y menos significado hacer esa pelea. Pero de la manera en que las cosas están pasando, en un año o dos Bivol probablemente estará peleando por todos los cinturones. Hacia eso se dirige, porque tendremos al ganador del Beterbiev-Gvozdyk y tendremos al ganador del Canelo-Kovalev. Entonces alguien se enfrentará a alguien y entonces habrá una pelea por ser campeón unificado, campeón indiscutido”.
Al margen de lo que podría deparar el futuro, Bivol está centrado, y en su caso no son meras palabras de cara a la prensa, en su combate de este sábado, el semifondo del Usyk-Witherspoon en el Wintrust Arena de Chicago (Estados Unidos). Su retador será el olímpico dominicano Lenin Castillo (20-2-1, 15 KO), un boxeador que supone un riesgo pero con baja ganancia potencial.
Y es que aunque Castillo no es un conocido del gran público y no ha recibido grandes valoraciones, es un boxeador complejo, que en su ascenso hacia el top 15 sólo sumó una derrota y un empate controvertidos contra invictos estadounidenses (el oro en los Golden Gloves y bronce nacional Joseph Williams y un Travis Peterkin con casi 100 victorias como amateur) antes de ser derrotado el pasado año por el citado Browne, al que, eso sí, derribó en una ocasión. Por lo demás, a Castillo le han faltado grandes oportunidades, ya que su buen recorrido amateur le convierte en un púgil sólido y exigente y su boxeo de corte conservador no le hace un gran reclamo para los promotores, de modo que sus posibles oponentes lo evitan.
En cualquier caso, pese a que si no luce ante Castillo será muy duramente criticado como si ello fuese una tarea sencilla, Bivol está dispuesto a enfrentarse a él. La ventaja del titular mundial, que evidentemente partirá como favorito, sobre su oponente es que posee un boxeo mucho más fluido y veloz, contando con precisas entradas y salidas en las que conecta con eficacia y variedad a la vez que evita muchas manos, forma de combatir que, contra un Castillo que cede la iniciativa y que permanece un tanto expectante de más, debería darle facilidades estilísticas. Con todo, el aspirante es un buen contragolpeador con no poca pegada de modo que, más allá de las consideraciones estratégicas, el éxito de Bivol dependerá de cómo hace valer sus reflejos, su rapidez de manos y su capacidad de anticipación en los repetidos encontronazos que se deberían producir.
DAZN retransmitirá en España el evento del Bivol-Castillo y del Usyk-Witherspoon desde la 1:00 h de la madrugada del sábado al domingo.