Redacción

Las declaraciones de Teddy Atlas en el podcast de Lex Fridman cuestionándose los logros deportivos de Mike Tyson han generado un enriquecedor debate en el foro de ESPABOX. El espacio dejado por Muhammad Ali era demasiado grande, y a pesar de sus siete años como campeón mundial, Larry Holmes no se acercó a la popularidad de sus más cercanos antecesores.

La coronación de Tyson en 1986 como el campeón mundial más joven de la historia de los pesos pesados fue un soplo de aire fresco que supo aprovechar Don King. Dotado con un imponente físico, el de Brooklyn levantó pasiones en todo el mundo por el estilo que le inculcó Cus D´Amato y su brutal pegada. En el imaginario colectivo ha quedado Tyson como un boxeador que confiaba todo al poder de sus nudillos, cuando realmente era un púgil con notables fundamentos técnicos.

Tyson fue considerado imbatible hasta que James «Buster» Douglas lo mandó a la lona en Tokio en 1990, con las apuestas 42 a 1 en su contra. Los excesos y la mala gestión de su carrera pasaron factura a un Tyson que tras su salida de prisión en 1995 rentabilizó su aura cuando ya había dado sus mejores años sobre el cuadrilátero. En el periodo de su reinado entre 1986 y 1990, Tyson cruzó cuero con los boxeadores más destacados de la categoría, como Frank Bruno, Pinklon Thomas o Tyrell Biggs. Estos nombres no son equiparables a los de Frazier, Foreman o Patterson que brillan en el palmarés de Ali, pero tampoco puede achacársele a Tyson no haber nacido en una época con coetáneos de mayor nivel.

Este hecho es análogo a lo ocurrido con los hermanos Klitschko, que dominaron la categoría durante una larga década pero nunca son mencionados como unos de los mejores pesados de la historia. Las dieciocho defensas consecutivas de Wladimir se han visto opacadas por la escasa oposición de sus rivales y su estilo antagónico al de Tyson, así como que su carrera se realizó fundamentalmente fuera de Estados Unidos.

En su punto álgido (prime, para los lectores más anglófilos) en apenas un minuto y medio, Tyson mandó a la lona en 1988 a Michael Spinks, que subía como campeón imbatido del peso semipesado. De esos años solo queda la duda de saber de qué hubiese sido capaz el rey del crucero, Evander Holyfield, pues el triunfo de Douglas postergó el Tyson vs. Holyfield un lustro. Al campeón olímpico le costó auparse al trono de los pesados, y un buen punto de comparación son cuatro oponentes que tuvieron en común Tyson y Holyfield durante finales de los ochenta e inicios de los noventa. El excampeón mundial Pinklon Thomas perdió por nocaut técnico en seis asaltos con Tyson, y año y medio después abandonó ante Holyfield al finalizar el séptimo. Holmes descolgó los guantes, y perdió en cuatro asaltos con Tyson, pero cuatro años después estuvo cerca de derrotar por puntos a Holyfield. Tanto Henry Tillman como Alex Stewart no pudieron pasar del primer round frente a  Tyson, y perdieron en el séptimo y octavo asalto respectivamente ante el de Atlanta.

¿Qué lugar ocupa Mike Tyson en la historia de los pesos pesados?

Periodistas e historiadores especializados dejan fuera del Top-10 de mejores pesos pesados de la historia a Mike Tyson. Como se ha debatido tantas veces en diversas tertulias, realizar una clasificación de esta índole es algo subjetivo, ya que primero habría que fijar en base a qué criterios se realiza, siempre teniendo en cuenta el contexto de cada época. Si hablamos de trascendencia, nadie ha superado en popularidad a Tyson desde su retirada. Si se centra en impacto a nivel social, Muhammad Ali es el deportista más importante por encima de Michael Jordan o Usain Bolt.

En listas focalizadas en lo ocurrido sobre el ring, casi todas están encabezadas por Joe Louis. A partir del segundo puesto de Ali los nombres bailan en las primeras posiciones, Jack Johnson, Larry Holmes, Rocky Marciano, George Foreman, Joe Frazier, Lennox Lewis, Gene Tunney y Jack Dempsey suelen ser los otros ocho clasificados. Si se valora lo logrado en época de discriminación racial, Sam Langford y Harry Wills también entran en la batalla por una de las últimas plazas, junto a Sonny Liston, Wladimir Klitschko, Evander Holyfield o el propio Mike Tyson.

Preguntas cómo si el Tyson que noqueó a Spinks hubiese derrotado al Lewis al que se enfrentó en 2002 suelen ser respondidas mayoritariamente a favor de Iron Mike. Otro factor a tener presente en la valoración actual de la figura de Tyson se encuentra alejado del cuadrilátero. Sus innumerables polémicas (de la oreja de Holyfield al pene de plástico para los controles antidopaje) o reconocidas adicciones son motivo de aplauso por su capacidad de superación para sus seguidores y duramente criticadas por sus detractores. Si se atiende a las propias explicaciones del reconvertido humorista, el declive de Tyson se inició antes de que se coronase campeón mundial con la muerte de Cus D´Amato. Según Tyson, su rival más demoledor ha sido él mismo.