Darío Pérez
@ringsider2020
Dentro de la buena velada que organiza PBC en el T-Mobile de Las Vegas (Estados Unidos) la madrugada de este sábado a domingo, ya presentada en ESPABOX, nos hallamos ante cuatro títulos mundiales que suponen su parte principal.
La segunda pelea en orden cronológico de la porción televisada de la gala será el título WBA de peso medio entre el poseedor del mismo, Erislandy Lara (29-3-3, 17 KO) y el aspirante, Michael Zerafa (31-4, 19 KO).
Hay varias circunstancias que rodean la refriega que nos hablan de lo mal organizado del boxeo en la actualidad, con organismos y promotoras dañando constantemente la imagen de un deporte que se merecería ser regido de otro modo. Primera, Lara ha hecho únicamente tres peleas en los últimos cuatro años, acumulando más de veinte meses sin competir. Para más inri (que son fechas), ninguna de ellas ha sido por el mundial que ostenta, sino por su versión «regular», ya que el campeón era Ryota Murata y, después, Gennady Golovkin, otros dos púgiles también conocidos por subirse al ring poquito en los últimos tiempos antes de sus respectivas retiradas. Recapitulando: Lara, a semanas de cumplir 41 años, defiende un cinturón que no ha ganado en el cuadrilátero.
Su rival el sábado será un púgil australiano que lleva más de un año esperando que PBC tuviera a bien darle fecha para este pleito, por lo que igualmente acumula casi dieciocho meses sin ascender a un cuadrilátero. Muy protegido en su país natal (cuenta sus salidas por derrotas), carece de triunfos a nivel élite como para ganarse el privilegio del que disfrutará disputando un título mundial, siendo un púgil de nivel alto, pero una perita en dulce para futuros retadores en caso de imponerse al veteranísimo cubano. Sin destacar en nada, intentará pasar asaltos con un ritmo elevado para que el documento de identidad pueda decantar el triunfo a su favor, pues cuenta con nueve años menos que el caribeño.
La pelea se disputará la madrugada de este sábado a domingo y será emitida por Fight Sports en España. Su hora de comienzo se estima justo al adelantar los relojes, a las 2:00 (que se convertirán al instante en las 3:00).