Daniel Pi
@BastionBoxeo

Decir que el choque entre George Groves (27-3, 20 KO) y Chris Eubank Jr. (26-1, 20 KO) es un simple campeonato mundial WBA del peso supermedio es no reflejar adecuadamente lo que representa. Ni siquiera añadiendo que el vencedor pasará, además, a la final de las World Boxing Super Series en los 76,200 kg se pone de manifiesto plenamente el significado de esta pugna. En realidad, este es el mayor combate de la categoría del peso supermedio que se disputa en suelo británico desde la revancha Froch-Groves de 2014, siendo además un punto de inflexión definitivo en la carrera de ambos, pudiendo aspirar Groves a alcanzar verdadera grandeza o iniciar Eubank un estrellato en mayúsculas. Todo ello sin poder pasar por alto los encendidos odios que el cruce, muy desafortunadamente, está produciendo, ensombreciendo su enorme interés deportivo.

Si los Eubank, padre e hijo, hacían afirmaciones sumamente osadas cuando Junior todavía no había alcanzado su primer título nacional, en la espera del primer mundial de su carrera simplemente han alcanzado un nuevo nivel de bravuconería, superando por mucho incluso el límite de lo aceptable al intentar utilizar Eubank Sr. lo sucedido a Nick Blackwell como una amenaza hacia Groves, afirmando que el árbitro deberá preocuparse para que a éste no le suceda lo mismo.

Estas declaraciones han incendiado los foros y las redes sociales en Reino Unido, pidiendo el promotor Frank Warren que el BBBofC, como tantas veces ha hecho en el pasado por muchos menos, sancione a Eubank Sr., aunque el órgano que regula el boxeo en Reino Unido esta vez, de forma arbitraria, no se ha mostrado por la labor.

Si bien ha tratado de matizar sus palabras posteriormente, intentar utilizar como un mérito del que fanfarronear un caso tan triste es simplemente patético, además especialmente ofensivo y absurdo, dado que Groves ha pasado por momentos realmente difíciles también en este sentido a consecuencia de los daños, mucho más severos que los de Blackwell, padecidos por Eduard Gutknecht en un enfrentamiento ante él. Afirmando el monarca Groves que tras ese fatídico combate ve condicionadas sus actuaciones, no atreviéndose a ser más agresivo cuando sus contrincantes están tocados, Eubank Jr. simplemente se ha burlado de esas declaraciones y las ha tachado de falsas, dado que según él ningún peleador pensaría de ese modo durante un combate a pesar de pasar por la experiencia de dañar gravemente a un rival.

Para el entrenador de Groves, Shane McGuigan, toda esta palabrería es un intento de mermar mentalmente a su boxeador, aunque del mismo modo asegura que éste no se ve afectado en lo más mínimo por esas palabras, como igualmente afirma el propio púgil. Por otro lado, para muchos este agravamiento de la actitud de los Eubank es sólo un intento desesperado de nivelar a su favor un choque que es visto por amplios sectores como críticamente complicado para ellos.

Y es que, ante Groves, por primera vez Eubank se medirá a un boxeador de clase mundial, consolidado con insignes actuaciones, en perfecto estado de forma, en un punto culminante en su rendimiento, con una pegada superior según todos los compañeros de sparring que ambos han tenido y que ha madurado notablemente desde el punto de vista mental y físico, siendo equivalente su estatura y alcance. Además, no son pocos los que piensan que a Eubank le viene grande la categoría del peso supermedio, que es un peso medio natural y que terminará por descender de división.

Aun así, en las casas de apuestas Eubank es el ligero favorito para vencer, ya que su explosividad, su velocidad y su contundencia están siendo recientemente espectaculares. Ciertamente, desde su derrota ante Billy Joe Saunders, sus actuaciones han estado impregnadas de una enorme efectividad y variedad de recursos, pero sería faltar a la verdad si se comparase a Groves con Tom Doran o Renold Quinlan, o incluso con el veterano y muy venido a menos Arthur Abraham. Del mismo modo, si bien en su última actuación ante el invicto Avni Yildirim se mostró intratable, es verdad que el turco decepcionó mucho, no ejerciendo ni una pequeña parte de la presión que es habitual en él.

En cambio, desde su ajustada derrota por decisión dividida ante el muy positivamente valorado Badou Jack, Groves ha dominado a Martin Murray, desarbolado al duro Fedor Chudinov y destruido al imbatido Jamie Cox, contando asimismo con un estilo que contrasta especialmente con el de Eubank. Habitualmente, Eubank se ha medido a boxeadores que avanzaban hacia él o que se veían demasiado superados técnicamente como para plantar resistencia, mientras que Groves podría perfectamente ceder la iniciativa y utilizar sus astutos contragolpes o intentar mantenerse en pugna por el centro del ring con sus entradas y salidas y sus estupendos directos. Hay que recordar que contra Saunders, que combatió con dinamismo, utilizó muy bien el jab y no dio facilidades, Eubank tuvo problemas para encontrar su boxeo, por lo que no es descartable que Groves pueda tener buenos resultados con este tipo de táctica. Con todo, dado que Eubank es más capaz en la distancia corta y muy superior con las combinaciones de curvos, es incuestionable que Groves podría pasar por dificultades puntuales en diversos momentos, en especial en el último tramo, siendo mayoritaria la opinión de que en caso de llegar a las tarjetas “Saint George” se impondría pero Eubank tiene más posibilidades de ganar antes del límite.

Antes de un tenso cara a cara, Groves paró la báscula en 75,800 kg, haciéndolo Eubank en 76,000 kg, ambos por debajo del límite de 76,200 kg.