Manuel Valero
@Manu_Valero
El excampeón mundial del peso medio Giacobbe «Jake» LaMotta ha fallecido hoy a los 95 años a causa de una neumonía, según ha confirmado su esposa Denise Barker al portal TMZ. Nacido en 1922 en el barrio neoyorquino del Bronx, LaMotta debutó como profesional a los dieciocho años, resaltando las crónicas de la época su gran asimilación de los golpes, su encaje, que deparaba cruentas peleas a los aficionados.
En febrero de 1943, LaMotta vencería por decisión unánime a Sugar Ray Robinson en el Olympia Stadium de Detroit. Dicha derrota sería la primera de Robinson como profesional, tras acumular cuarenta victorias. Ambos disputarían cinco espectaculares combates más, destacando su último enfrentamiento, la pelea que acogió el Chicago Stadium el 14 de febrero de 1951, que pasaría a la historia como «La Masacre de San Valentín», recordando a uno de los episodios más sonados de la vida del mafioso Al Capone. «He peleado tantas veces con «Sugar» Ray Robinson que no sé cómo no soy diabético», bromeaba LaMotta en aquella época en referencia al apodo de su archienemigo.
LaMotta se alzaría con el cinturón mundial del peso medio en 1949, derrotando al considerado como mejor deportista francés del Siglo XX, Marcel Cerdan, quien abandonaría antes del comienzo del décimo asalto. La muerte de Cerdan en un accidente aéreo impidió que se realizase la revancha como estaba acordado.
Con un récord de ochenta y tres victorias, treinta de ellas por nocaut, diecinueve derrotas y cuatro empates, LaMotta está considerado como uno de los mejores pesos medios de la historia, así como uno de los más queridos por los aficionados, a pesar de las sombras existentes en su carrera por su relación con la mafia.
El propio boxeador escribió en 1970 su autobiografía, donde narró su dura vida en El Bronx y su carrera deportiva. Martin Scorsese llevó a la gran pantalla de manera magistral la historia de LaMotta, encarnando Robert De Niro al púgil en Toro Salvaje, ganando el Óscar al Mejor Actor por su interpretación en 1980.
Al salir del estreno de la cinta, en la que se muestra una ruda imagen de LaMotta, el boxeador preguntó a su mujer Vikki si él era así, a lo que esta respondió, «No, ¡eras mucho peor!».