Emilio Marquiegui-MARCA
El gran púgil avilesino Enrique Rodríguez Cal “Dacal” falleció ayer miércoles 23 de noviembre a los 71 años tras una intensa pero desgraciadamente corta pelea ante la ELA.
Un vigoroso Dacal, que hace un año nos hablaba con orgullo de sus buenas marcas como pertinaz corredor de fondo, solo tres meses después tenía que aceptar un duro combate ante esta tremenda enfermedad. La bolsa no importaba, tampoco había como premio ningún cinturón o medalla, en juego estaba su vida.
Con gran coraje, sin miedo a la muerte como nos confesaba, el asturiano se ha fajado bravamente durante los escasos nueve meses que ha durado la contienda. El avance de la esclerosis ha sido muy rápido, ha ido ganando asalto tras asalto con una voracidad excesiva, en medio año le mermó gravemente la movilidad y el habla, y el fin se produce en un año especial, el cincuenta aniversario de su histórica gesta olímpica.
Rodríguez Cal, el único deportista español en ganar medalla en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, también solo él ha conseguido subirse al podio en los tres principales torneos del boxeo amateur, siempre en el peso minimosca, Juegos Olímpicos (bronce en 1972), Campeonato del Mundo (bronce en 1974) y Campeonato de Europa (bronce en 1973 y plata en 1975), con un total de cuatro medallas que nadie ha sumado hasta la fecha en nuestro país. Tras su paso al campo profesional a los veintisiete años, fue cuatro veces campeón de España del peso mosca e intentó sin suerte el campeonato de Europa en tres ocasiones, dos en el mosca y una en el peso gallo.
Es uno de los nombres más importantes del boxeo español de todos los tiempos y su prestigio también será recordado en la historia del deporte nacional. Su calidad en el ring era proporcional a su humildad y amabilidad, por lo que el fin del combate nos entristece aún más. Su última pelea ha sido desigual, pero con gran corazón no ha tirado la toalla, ha aguantado firme hasta el postrero suspiro. Descanse en paz. Diez toques de campana en su honor.