Nota de prensa
Nulo. Esa ha sido la inapelable decisión de los jueces, y eso será lo que figurará, para la historia, en los anales del boxeo profesional internacional. Sin embargo, para los que presenciaron en el Maxx Sportcenter de Viena (Austria) (26/04) la pelea a la distancia de ocho asaltos en peso semipesado entre el camerunés afincado en Cataluña, Emmanuel Feuzeu, y el púgil local de origen kosovar Timy Shala, lo que permanezca en su memoria podría diferir en mucho de la opinión oficial de los jueces austríacos. Podría darse el caso de que, una parte al menos de los espectadores, hubiera visto una pelea en la que el visitante –Emmanuel Feuzeu- no ha dado una sola opción a su rival desde el primer momento. Un duelo que les llevaría a otorgar, sin dudarlo, todos y cada uno de los asaltos al del García Team, y con más claridad a medida que avanzaba el pleito, hasta el punto de que, en el séptimo episodio, les podría parecer que el boxeador de casa, Timy Shala, hacía ya poca cosa más que abrazarse al contrario para intentar evitar lo que se habría transformado en un castigo sin paliativos.
También podría suceder que alguno de los testigos del combate se preguntara a qué artículo del reglamento respondían las sorprendentes interrupciones de la pelea en el octavo y último asalto sin cuenta de protección (para el kosovar, que era quien podría parecer necesitarla) que las justificara. Igualmente, a algún miembro del público se le hubiera podido ocurrir, en aplicación del citado reglamento, restar algún punto a Shala, porque podría antojársele que éste, en los últimos compases del enfrentamiento, estaba acentuando demasiado su tendencia al agarrón. Pero, oficialmente, nada de eso ha sido así porque, cuando alguien busque y encuentre una referencia de ese combate en los registros, lo único que hallará será el veredicto de pelea nula y no las impresiones subjetivas de ningún espectador. Bueno, sea. Pero nadie les podrá robar a Emmanuel Feuzeu y a su preparador, José García, la convicción subjetiva de que todo ha sucedido como esos hipotéticos espectadores del Maxx Sportcenter de Viena podrían haber visto esta noche. Han vuelto a Terrassa (Barcelona), por tanto, con un poderoso sabor a éxito en sus bocas, y con el reconocido logro, al menos, de haber sido los primeros en dejar una huella distinta a la victoria en el record de Timy Shala, en la pelea de fondo de una velada organizada en el “territorio” del austríaco, donde todos los vientos soplaban claramente a su favor.