Manuel Sánchez
Presidente de la Federación de Boxeo de Les Illes Balears
Nadie puede negar que Pedro Retuerto es uno de los hombres de más peso en el boxeo español, como certifica su prominente cargo como máximo responsable del boxeo amateur a nivel estatal. Su fracasada campaña electoral, en la que intentó sacar partido del desgraciado accidente de Saúl Tejada, culminó con su huida al bando de Felipe Martínez, de quien se ha convertido en su mano derecha. La buena relación que mantiene con Rafael Lozano, el verdadero mandamás del boxeo en nuestro país junto a su esposa, Dña. Teresa Romero, como puede verse en las primeras filas de cada torneo donde se encuentra la familia de «Balita», le ha otorgado poderes para interferir incluso en el boxeo profesional. A nadie se le escapa que a Retuerto lo que más le preocupa del noble arte es encontrar una vía para obtener beneficio económico y aparecer en cuantas más fotografías mejor.
Retuerto preside desde hace más de una década la Federación de boxeo de Castilla y León, presentando año tras año en los Campeonatos de España un equipo plagado de boxeadores de calidad, pero que son originarios y residen en otras partes del país. El año pasado, en los nacionales que se celebraron en Murcia, el 75% de las medallas conseguidas por Castilla y León fueron a manos de púgiles que no entrenan en esa comunidad, como fueron la vasca Eneritz Borinaga, la madrileña Blanca González, la andaluza Jennifer Miranda, el catalán Martín Molina, el vasco Mario Ospina y el andaluz Alejandro Camacho. Sólo Salvador Jiménez y Miguel Cuadrado son boxeadores “100% castellanoleoneses”, mientras que el resto sería como si un futbolista que ha nacido y juega en la liga española representa a Australia sin vivir en dicho país, solo en competiciones por cuestiones económicas.
El modus operandi de Pedro Retuerto consiste en contactar con el entrenador del boxeador en cuestión, al que ofrece una cantidad económica para el boxeador de alrededor de 1500 €, lo que equivale a la mitad de la subvención. La otra mitad debe ir a parar al bolsillo del propio Retuerto, que es quien figura a efectos oficiales como técnico. Su amigo Alfredo García, árbitro nacional, también figuró como técnico, a pesar de que la normativa de la FEB prohíbe tajantemente que un árbitro ostente al mismo tiempo la licencia de entrenador. Hasta hace no mucho, Retuerto empadronaba a todos los boxeadores en su propio domicilio, donde presuntamente han residido Kelvin De la Nieve, Tamara García o Youba Sissokho. En los últimos ejercicios, imaginamos que para ocultar esta práctica, Retuerto ha distribuido el empadronamiento de los boxeadores por distintos domicilios.
Detrás de todo ello se esconde un aparente negocio, vendiendo a la Junta de Castilla y León unos inmejorables resultados deportivos, para conseguir mayor tajada a la hora de las subvenciones. La propia Junta de Castilla y León ya le amonestó por alardear de haber ganado la clasificación por equipos, lo cual fue desmentido por el anterior presidente de la Federación Española de Boxeo. Por 1500 € consigue congraciar con los boxeadores que luego son su sustento electoral de cara a las elecciones, pero perjudicando claramente a los boxeadores de Castilla y León, los cuales son marginados con la enrevesada normativa de los campeonatos regionales, para que Camacho o Molina vayan a los Campeonatos de España sin participar en los regionales. Retuerto acalla a las voces críticas de Castilla y León, donde predominan las fotos y eventos del Club Boxeo Valladolid, club que mueve Retuerto, e incluso fotos antiguas suyas con Alfredo Di Stéfano, del que desconocemos que relación tenía con el boxeo castellanoleonés. Incluso desde el Club Boxeo Valladolid tratan de vender a Kiko Martínez como un boxeador de equipo, lo cual puede que sea cierto a efectos de licencia, pero todos sabemos que el alicantino entrena en las instalaciones del Club Boxeo Elche.
El boxeo castellanoleonés parte de la ficción de ser el mejor de España adulterando la competición al empadronar a boxeadores, para obtener mediante un ardid subvenciones de la administración autonómica que alcanzan a personas que no son en realidad sus entrenadores. Imagino que la Junta de Castilla y León no tiene capacidad para revisar dato a dato todos los deportistas de la región, pero lo anteriormente expuesto lo pondré en conocimiento de las autoridades en los próximos días.
Todo ello se ha realizado con la anuencia del presidente de la FEB, Felipe Martínez, que ha permitido que la web de la FEB se convierta en la propia web de la Federación de Castilla y León. Desde que Felipe Martínez llegó a la presidencia, se han multiplicado los eventos en esta comunidad. Boxeadores vallisoletanos como Miguel Cuadrado o Laura Pequeño han entrado por la puerta de atrás al equipo nacional. La guinda del pastel la ha puesto Emmanuel Reyes, boxeador cubano que lleva varios meses entrenando con el equipo nacional, y al que lógicamente no podrá representar al no tener la nacionalidad, y casualmente ya es del Club Boxeo Valladolid.
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