José Manuel Moreno
@josemorenoco

El kazajo Gennady «GGG» Golovkin (31-0, 28 KO) derrotó fácilmente por KO en dos asaltos a Marco Antonio Rubio (59-7-1, 51 KO) y retuvo su cetro mundial del peso medio de la WBA. Rubio no estaba en las apuestas ni tan siquiera a la altura de inquietar al potentísimo invicto peleador de Kazajistán. Por si fuera poco, mientras Golovkin se preparó como un profesional y un campeón, «Veneno» hizo el ridículo no dando el peso, nada menos que por 800 gramos. De este modo, nunca se le vieron posibilidades al rocoso boxeador mexicano. Los 9.323 espectadores que asistieron al StubHub Center de Carson, California, salieron defraudados con el azteca y maravillados por la potencia devastadora de esta GGG que vino del país asiático.

Golovkin fue insaciable, destructivo. Rubio, un pelele ante alguien tan superior. El kazajo era una máquina de pegar, ante un atónito Rubio, que cayó de forma definitiva al 1:19 del segundo asalto, después de un terrorífico directo de izquierda que acabó de forma letal con un combate tan desigual. ¿Quién puede parar en la división reina hoy por hoy a Golovkin? Difícil, él, despues de la pelea admitió que le da igual enfrentarse a Pacquiao, Cotto, a Chávez Jr. o al que le pongan enfrente. A ninguno teme, y a todos es plausible que derrote sin piedad. Como a este «Veneno» cuyo antídoto se llama GGG.